Los mutantes adelantan a spider-man
Ninguna gallina pone tantos huevos de oro en Hollywood como el género de superhéroes. Las cifras cantan. La franquicia Batman reina con 2.600 millones de dólares amasados en todo el mundo. Le siguen Spider-Man con 2.500 millones, las dos partes de Iron Man con 1.200 y los tres X-Men con 1.500 recaudados hasta la fecha (y sumando). Así que nadie como Matthew Vaughn para dispararse en su propio pie al proclamar que el reinado de los superhéroes está al borde del derrocamiento. "Es un filón al que le quedan dos telediarios porque nos lo han metido hasta en la sopa", advierte cañero el visionario realizador de Kick-Ass: Listo para machacar, sin atender a que este mismo verano nos esperan Capitán América y Green Lantern, y que su más serio competidor, Spider-Man, también está al caer con una cuarta parte.
"Al filón de los superhéroes le quedan dos telediarios"
Así que si solo quedan un par de asaltos para exprimir la taquilla, admite que mejor que uno sea el suyo, X-Men: Primera generación. Al británico, al que la calva le delata como recién llegado a los 40, le gusta hablar a las claras: la tercera de los X-Men le pareció "una mierda" (aunque fuera la más taquillera), Christopher Nolan y su Origen le quitaron unas cuantas ideas que tenía para sus superhéroes (aunque fue una casualidad), y Penélope Cruz hubiera estado mucho mejor que Madonna en Barridos por la marea (eso lo sabe cualquiera, pero ahora no viene al caso extenderse en el asunto).
Como a la diva del pop, a él también le han llamado de todo. Por ejemplo, hijo bastardo de Robert Vaughn (el actor que hizo de villano en Superman III). Una afirmación cuya falsedad tardó más de dos décadas en comprobar, solo para descubrir que sí era bastardo, pero del aristócrata británico George de Vere Drummond. O "el hombre en la sombra de Guy Ritchie", por ejercer de productor de sus mejores películas, Lock & Stock y Snatch, cerdos y diamantes, además de padrino en su boda con Madonna. Y también "Mr. Schiffer", por haberse casado con la impresionante modelo alemana Claudia Schiffer, con quien tiene tres hijos. También ha tenido que afrontar los rumores de paternidad del hijo que espera January Jones (que interpreta a una telépata mutante en la cinta), pero eso sí que nos lo niega categóricamente.
Alguien como Vaughn, con un pedigrí así de raro, o es un genio o un rotundo fiasco. Tras ver cómo desmantelaba todos los mitos sobre los superhéroes en Kick-Ass, sus fans están seguros de lo primero. "Buscaba algo totalmente diferente. Pero entre Fox y Bryan Singer [director de las dos primeras X-Men] me convencieron de que tenía que hacer lo imposible", afirma. Su meta: "Demostrar que Einstein no fue el único mutante". Eso además de vender a una nueva colección de caras como miembros de la Patrulla X en esta historia de origen que transcurre en los años sesenta. "Es mi homenaje a las películas de James Bond, a la crisis de los misiles cubanos que siempre me fascinó y a las pinceladas de Malcolm X y Martin Luther King que hay detrás de Magneto y el profesor Xavier", resume.
James McAvoy (Xavier) fue su primera elección, pero Michael Fassbender (el
malo, Magneto) es su descubrimiento. "Es un Bond, alguien con el que te puedes identificar. No un Lex Luthor que quiere destruir el mundo por dinero. El profesor Xavier confía en todos y Magneto sospecha de todos. Y tiene buenas razones", se explaya. Esta entrega es también una vuelta al cómic, al azul y el amarillo de los dibujos de Jack Kirby y al corazón de los personajes. Porque efectos especiales hay muchos, pero lo que a Vaughn le importa es la historia: "Algo más parecido al primer Iron Man que a otra cosa. Un gran thriller con grandes personajes". Eso sí, sin Lobezno más allá de un pequeño gag de la mano de Hugh Jackman. "Si esta gusta, el plan es hacer dos más, pero hay que darle forma al proyecto", se chiva McAvoy, que por algo interpreta a un personaje que sabe leer la mente.
Más importante todavía: ¿habrá una segunda parte de Kick-Ass? Es probable. Aunque con el hombre que estuvo a punto de hacer X-Men: La decisión final y Thor nunca se sabe. Pongámoslo como él, un director a quien le gusta tanto Indiana Jones y La guerra de las galaxias como Darkman, lo plantea: "Si Kick-Ass se convierte en un fenómeno de culto como la obra de Sam Raimi, no está tan mal, ¿no?".
X-Men: Primera generación se estrena hoy.
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