Los colegios públicos aparcan sus recelos con el marco trilingüe

Este año sí, los colegios de la red pública vasca han decidido sumarse al ensayo del nuevo marco de educación trilingüe que Educación ya ha puesto en marcha este mismo año con 40 centros. Si bien el pasado ejercicio la red pública receló del proyecto y enfrió su apoyo en forma de reducidas peticiones de entrar en la experimentación del marco, este año son más los que se han animado a participar.

En total, serán 118 colegios los que prueben los próximos dos cursos el marco trilingüe, uno de cada cinco centros vascos. A los 40 que ya realizan la prueba -16 públicos, de los 18 que se presentaron, y 24 concertados, de los 56 que solicitaron entrar-, se sumarán durante el próximo curso otros 78: de ellos 46 de los 47 públicos que se han presentado, y los otros 32 concertados. Sobre estos últimos no se ha especificado el número de peticiones. El impulso de la red pública de este año pone la balanza ligeramente de su lado, al contrario que el pasado.

Los colegios públicos suponen el 59% de los nuevos centros de la prueba

Todos ellos deberán introducir en cuarto de Primaria y primero de Secundaria un 20% de horas en cada idioma -euskera, castellano y lengua extranjera, el inglés en todos los casos-, y podrán elegir en cuál imparten el 40% de las horas restantes. Las cifras demuestran al departamento un afán por "desterrar algunos recelos suscitados interesadamente", aseguró la consejera, Isabel Celaá, en una rueda de prensa ayer en Vitoria. Los sindicatos nacionalistas LAB, STEE-EILAS y ELA volvieron a pedir la pasada semana, bajo amenaza de movilizaciones, que paralice esta iniciativa, entre otras, lo que la consejería rechaza.

Esta vez sí se cumple el afán de Celaá de que sea la red pública la que encabece el ensayo, aunque se han aceptado la gran mayoría de los proyectos de este grupo y no se han facilitado datos de las privadas argumentando que el protocolo para gestionar el nuevo marco firmado con las patronales les da autonomía en este sentido.

La incógnita se sitúa ahora en qué ocurrirá en 2013, año crucial para el futuro del nuevo marco. La duda surge por dos motivos. El primero, porque finaliza la prueba y se debe decidir si es un proyecto viable para sustituir en toda Euskadi el desfasado sistema de tres modelos -el D, en euskera; el B, bilingüe; y el A, en castellano-, que ha sido objeto de peticiones de modernización de buena parte de la comunidad educativa. La segunda razón es política: 2013 es el año de las próximas elecciones autonómicas en Euskadi que podrían suponer un cambio en Ajuria Enea.

Preguntada por esta cuestión, Celaá se mostró tajante: "No tiene marcha atrás ni freno de mano", aseguró después de sostener con rotundidad que los socialistas seguirán en el poder en 2013. Si no ocurre, en el curso 2013-2014 el Gobierno tendrá otro color, pero la demanda de la sociedad será la misma. Ese es el mensaje que quiso transmitir el departamento.

La principal herramienta de defensa del proyecto es su potente maquinaria de evaluación, que si refleja resultados positivos restaría argumentos si hubiese intención de paralizarlo.

El Consejo Australiano para el Estudio Educativo (ACER), que elabora las pruebas del informe PISA de la OCDE, y la Universidad de Cambridge harán el seguimiento. A estos evaluadores externos se suma el instituto de estadística de Educación, el Isei-Ivei. Entre los tres se comprobará si el rendimiento de los alumnos del marco en euskera, castellano, matemáticas y ciencias es similar al de los escolares que no han participado en el ensayo. Y se estudiará si hay "avances significativos" en el conocimiento del inglés.

Más información en página 39