Pinto se pone la 'maglia' rosa
Más de mil vecinos de la localidad reciben a Contador, que les ofrece el trofeo por haberle "apoyado incondicionalmente en unos meses complicados"
Alberto Contador ha hecho de sus triunfos en las grandes rondas del ciclismo una tradición. Ha corrido siete y ha ganado seis, todas menos su primer Tour, en 2005. Y esa tradición implica otras. Como cada año desde 2007, cuando se subió por primera vez al podio en París, fue recibido ayer por sus vecinos de Pinto. Lo que todavía le sigue "poniendo la piel de gallina". Más de 1.000 acudieron a la plaza de la Constitución para verle ofrecer desde el balcón del Ayuntamiento el trofeo ganado en Milán, al tiempo que ondeaba la maglia rosa. Le flanqueaban dos carteles con un mensaje rotundo: "La victoria de la verdad".
Este no era un Giro cualquiera. Era la primera gran vuelta que afrontaba después de que estallara el caso del clembuterol. Los asistentes a la plaza, muchos vestidos de rosa en homenaje a su campeón, corearon su nombre con insistencia. "Este trofeo, que pesa mucho, es en gran parte de vosotros", les reconoció Contador desde el balcón, poco antes de que los suyos le mantearan. "Me habéis apoyado incondicionalmente en unos meses complicados, me habéis dado fuerzas".
El campeón llegó a la plaza consistorial rodando junto a ciclistas aficionados
Amigos y familiares le habían recibido en el aeropuerto de Barajas y un centenar de personas, muchas venidas desde la localidad de origen de sus padres -la extremeña Barcarrota-, le acompañaron en la recepción que le ofreció Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid. Allí estaba Diego Gómez, vecino de Pinto de 65 años, que ha visto crecer a Contador. "Siempre con la bicicleta", recordaba. También estaba Alicia, hermana del campeón, que no podía esconder su alegría tras los difíciles meses que ha vivido la familia a cuenta de su presunto dopaje: "Ha vuelto a demostrar que es el mejor donde tenía que hacerlo". "Lo han pasado muy mal", apostillaba Diego; "A mí, una vez, Alberto me confesó que se había venido abajo. Pero ha demostrado su inocencia en el Giro".
Después, se fueron todos a Pinto, donde Contador llegó acompañado por los ciclistas aficionados de la localidad, que rodaron a su lado desde la entrada del pueblo hasta la plaza consistorial. Uno de ellos era Félix Carrasco, de 51 años. "Su victoria ha sido memorable", aseguraba. Según él, los logros de Contador han ayudado mucho al deporte en la localidad. "Antes, montábamos en bici cuatro. Ahora, solo en mi peña somos 50. Es el héroe de los chavales".
La duda ahora es si el ídolo local participará finalmente en el próximo Tour. No quiso aclararlo ante los suyos, pero sí les concedió una frase que puede alentar su optimismo. "Me encantaría volver a estar aquí dentro de poco", dijo antes de retirarse del balcón del Ayuntamiento. Los pinteños, desde luego, lo están deseando.
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