Sensibilidad y color en el cierre de la Filharmonía
Un brillante concierto de la Real Filharmonía de Galicia (RFG), dirigida por Antoni Ros Marbà, cerró este jueves su temporada con una vibrante versión del Concierto para violín en re menor, op 47, de Jan Sibelius de la moldava Patricia Kopatchinskaja. Tocó toda la obra con timbre lleno y redondo, iluminando su color los pasajes más delicados, en los que mostró una alicatada sensibilidad, y los de mayor agresividad violinística. La RFG y Ros Marbà dieron adecuada escolta al carácter de cada momento.
Tras el descanso, la Sinfonía del Nuevo Mundo de Dvo rák, obra idónea como cierre de ciclo, por conocida, brillante y llena de todo el color de la paleta orquestal. Ros logró una versión referencial ya desde la solemne introducción del Allegro y su ulterior lirismo. Destacó el sereno canto del corno inglés de Viúdez en el Largo, retomado con suma delicadeza por los violines antes del gran impulso de su desarrollo, la viveza de su Scherzo y la grandeza serena del Allegro final.
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