Gasco releva a Elorza sin garantías de concitar acuerdos con PNV y PP

El PSE de Guipúzcoa enseñó ayer todas sus cartas en la carrera por lograr la alcaldía donostiarra al presentar a Ernesto Gasco, actual viceconsejero de Transportes, como el sustituto de Odón Elorza. Con este desplazamiento al actual regidor en funciones, pretende allanar la vía del entendimiento con el PNV y el PP, dos fuerzas que tacharon con una cruz la reelección de Elorza. Los socialistas lo hacen, no obstante, sin tener las garantías de que la figura de Gasco puede conciliar los intereses de los tres partidos, lo que supondría cerrar la puerta a Bildu, la fuerza más votada en la capital donostiarra. Esta coalición, mientras tanto, está a la espera del resultado de todos estos movimientos, conocedor de que si fracasa la maniobra socialista podría asumir el mando tanto en San Sebastián como en la Diputación de Guipúzcoa.

Bildu reconoce que su programa es "antagónico" con la línea de Olano

Este complejo panorama debe estar despejado antes del día 11 de junio, fecha límite para constituir la nueva corporación. De momento, todas las opciones están abiertas, aunque cobra cada vez más fuerza la opción de que Bildu se haga con la alcaldía donostiarra. Para retener este cargo en sus manos, los socialistas han podido forzar una salida que no lleva a ninguna parte. El movimiento apresurado de sacrificar a su candidato original puede terminar siendo estéril. El PSE guipuzcoano entendió muy rápido el mensaje lanzado por el PNV el pasado miércoles, cuando Eneko Goia, cabeza de lista de este partido, afirmó con rotundidad que "si hay algo claro es quién no va a ser el próximo alcalde: Odón Elorza". El otro posible aliado, el PP, terminó por hacer la pinza. Ramón Gómez condicionó su apoyo a los socialistas a la marcha de Elorza.

Ante esta situación, el PSE decidió el jueves por la noche pedir a Elorza que no recoja su acta de concejal y permitir así ser sustituido por Gasco, décimo en la plancha socialista el 22-M. Al no resultar elegido, dos de los ediles electos (además de Elorza) deberán prescindir del cargo que tenían asegurado. Elorza, que inicialmente se había mostrado dispuesto a ser jefe de la oposición, entendió el mensaje que le estaba lanzando su partido y optó por dejar el Ayuntamiento. Iñaki Arriola, secretario general de los socialistas guipuzcoanos, agradeció ayer este gesto: "Esta vez ha sido obediente", afirmó en los pasillos del Parlamento. Pero es muy significativo que Elorza no haya querido pronunciarse en ningún momento sobre Gasco.

El sudoku guipuzcoano sigue aún incompleto. Como unos vasos comunicantes, la enredada situación del consistorio donostiarra se traslada a la Diputación. Mientras Bildu y el PNV se miran entre sí para ver en el otro un gesto de acercamiento, los socialistas y los populares ya han expresado su voluntad de dar su apoyo al candidato peneuvista, Markel Olano, para impedir que la coalición independentista acceda al poder en esta provincia porque supondría "un retroceso", en palabras de Borja Sémper, presidente del PP de Guipúzcoa. El PSE, por su parte, supedita esa unión a un pacto que incluiría San Sebastián y otros municipios donde peneuvistas y socialistas estuviesen necesitados de votos.

Bildu parece haber asumido que sus únicas posibilidades para presidir el gobierno foral guipuzcoano pasan por hacerlo en solitario, dado que acudirán a los contactos que tienen previsto celebrar con el resto de formaciones con su programa electoral por delante. Reconocen que sus propuestas son "antagónicas" con la línea de actuación seguida los últimos años por el PNV en aspectos como la política fiscal, los servicios sociales y las grandes infraestructuras y así se antoja muy complicado un punto de entendimiento.