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Entrevista:IÑAKI AZKUNA | Alcalde de Bilbao

"Creo que he dicho la verdad a la gente y no he vendido humo"

La inauguración de un ascensor en la calle Iturribide de Bilbao fue la ocasión elegida ayer por el alcalde de la capital vizcaína, Iñaki Azkuna, para regresar a la vida pública tras unos días alejado de los focos, pero no del Ayuntamiento, donde empezó a trabajar al día siguiente del contundente respaldo que le brindaron las urnas. No alargó demasiado la noche de celebración electoral. "Sobre la una ya estaba en la cama", apunta. La felicitación que más ilusión le ha hecho es la del legendario manista eibarrés Miguel Gallastegui. Fue la primera, que recibió a través de un telegrama que decía: "Tú con 13 años me viste ganar a dos, yo con 93 te he visto ganar a todos. Zorionak", reprodujo ayer con evidente emoción.

"La felicitación que más ilusión me ha hecho ha sido la de Miguel Gallastegui"
"Procuraremos convivir bien con todos en el Ayuntamiento"

"Me acuerdo que en mi Durango natal mi padre me llevó a ver un partido de pelota en el que jugaba Gallastegui contra dos franceses y les ganó a los dos. Hace muchos años se lo comenté, fíjate qué memoria con 93 años. Yo a Gallastegi le tengo en las nubes, como el mejor jugador de la historia de pelota mano, que me gusta mucho", rememoró.

Las últimas elecciones confirmaron la confianza que los bilbaínos tienen depositada en la figura del candidato peneuvista, ya que no solo ganó, sino que obtuvo la mayoría absoluta con 15 concejales, circunstancia inédita en las cuatro legislaturas que encadena. Azkuna arrebató papeletas a otros partidos y la irrupción de Bildu no le afectó en absoluto. Un caso único, más aún en las convulsa situación política actual.

Pese a que la victoria estaba asegurada, su contundencia pilló desprevenido a muchos, incluido el propio alcalde. Su "meta" era, simplemente, no perder ningún concejal. "Yo creía que trece era un buen resultado. La gente ha sido generosa. Ha visto que hemos hecho unos buenos cuatro años y creo que han votado a un discurso realista. En este momento a la gente hay que decirle la verdad. Y la verdad es que la situación es muy dura. Conozco las cuentas del Ayuntamiento, del país, conozco la realidad de muchos empresarios y comerciantes... De los cuatro años, los dos primeros años van a ser duros", vaticina el primer edil. Ya dijo que muchos ayuntamientos van a estar con "el agua al cuello" y lo sigue manteniendo.

En su opinión, entre los motivos que explican sus excelentes resultados en los comicios, está, en primer lugar, la sinceridad. "Hemos hecho una buena labor los últimos años. Creo que he sido sincero a nivel personal, le he dicho la verdad a la gente y no he vendido humo. No he vendido vamos a hacer, vamos a hacer...Primero porque no es verdad y, segundo, porque es imposible", asegura con vehemencia.

Azkuna entiende que el rotundo apoyo de la ciudadanía le ha querido señalar que se inclinan por una política "prudente", que en estos momentos es "fundamental". "Creo que han querido decir que hay que tener un Ayuntamiento y un alcalde prudente, que hay que trabajar mucho, que hay que hacer todo lo posible por el empleo, por seguir siendo Bilbao una ciudad estupenda, por una calidad de vida, porque me siga acordando de los barrios".

Entre los efectos colaterales de su triunfo, la desaparición de Ezker Batua, socio de Gobierno del PNV en los últimos años. "Me da mucha pena que se hayan quedado fuera. Es una lástima porque ha sido gente muy buena, muy positiva, que ha trabajado mucho".

¿Se siente de algún modo culpable de la actual situación de EB en la capital vizcaína? Azkuna es categórico. "En política no te puedes sentir culpable. El veredicto de las urnas, es el veredicto de las urnas. Seguramente yo me he llevado una parte correspondiente a ellos. No me hubiese importado tener 14 y ellos uno, me hubiese parecido razonable", señala sin asomo de duda el regidor.

El alcalde hace cábalas estos días sobre el organigrama del nuevo Gobierno municipal, pero aún no quiere pronunciarse al respecto por prudencia. ¿Tiene intención de reducir áreas? "De eso no digo nada porque todavía no lo sé y sería meter la pata", se disculpa.

Pregunta. ¿Cuál es el primer proyecto que afrontará en esta legislatura?

Respuesta. Trabajar esta semana en silencio, callandito y preparar muchas cosas. Ahora hay que preparar los plenos, el equipo de gobierno, todo.

En efecto, el próximo día 7 de junio a las 12.00 se celebrará el pleno de cierre de legislatura, en el que se despedirá a los concejales salientes entregándoles medallas conmemorativas -las peneuvistas Isabel Sánchez Robles y Ana de Castro, los populares Carlos García y Mari Carmen Sánchez, los socialistas Goyo Zurro, José Lorenzo y Juan Carlos Fernández, además de Julia Madrazo y Jon Sustatxa, de EB- y se dará la bienvenida a los entrantes. Son nueve en total.

Además de los cuatro de Bildu (Txema Azkuenaga, Aitziber Ibaibarriaga, Helena Gartzia y Ana Etxarte) se incorporan Inés Pascual, del PP y Tomás del Hierro, Oihane Agirregoitia, Jone Unzueta y Pilar Muerza, del PNV. El pleno de constitución del Ayuntamiento será, como en todos los demás consistorios, el próximo día 11 de junio.

Situados en el próximo día a día municipal, Azkuna apuesta por el entendimiento entre todos los grupos políticos.

P. ¿Cómo cree que afectará la llegada de Bildu en el día a día municipal?

R. Procuraremos convivir bien con todos. Pero yo no voy a hablar de mis oponentes, y eso que mis oponentes se han dedicado a hablar de mí solo.

P. Txema Azkuenaga, líder de Bildu, dijo que temía que usted aplicara el rodillo.

R. Txema Azkuenaga que defienda sus posturas.

Ayer, durante la inauguración del ascensor de la calle Iturribide, a preguntas de los periodistas sobre las promesas en campaña electoral, Azkuna indicó que el Gobierno que encabeza tiene por delante "cuatro años para cumplirlas", y que, evidentemente, "esta semana no las vamos a cumplir todas". En cualquier caso, apuntó que "somos gente que cumplimos". No obstante, insistió, como ya hiciera durante toda la campaña, en que "van a ser años muy duros, años ásperos, con una economía difícil y en los que vamos a tener que mirar la pela al minuto", indicó el alcalde.

En relación a los posibles pactos postelectorales de su partido en otras provincias, Azkuna evitó posicionarse señalando que él no pertenece a "ninguna ejecutiva".

Multitudinaria inauguración

Iñaki Azkuna remarcó ayer que "lo más importante" del acto de ayer era la propia inauguración. Si eligió precisamente la del ascensor de Iturribide fue porque está ubicado en un "barrio clásico de Bilbao". Pocos eventos del estilo concitan tanto interés mediático e institucional. Buena parte de los concejales del Ayuntamiento bilbaíno, incluidos los salientes Julia Madrazo y Jon Sustatxa, de EB, quisieron estar presentes en la reaparición pública de Azkuna tras la victoria electoral.

El alcalde recurrió a su preverbial cercanía con los vecinos. El primer edil se dirigió a los allí congregados para agradecerles su "labor y colaboración" con el Consistorio. Según dijo, algunos tuvieron que "hacer cesiones" para sacar adelante la obra, aunque otros "se han resistido, pero al final ha salido bien para tener un ascensor digno y un sitio mejor que antes, porque esto antes daba miedo", indicó.

"Ahora, lo que hace falta es que lo cuidemos bien, que cuesta mucho dinero y el mantenimiento cuesta mucho, pero, en todo caso, os quiero agradecer la labor que habéis hecho y la colaboración que habéis tenido con el Ayuntamiento, otras veces estáis cabreados con el Ayuntamiento, esta vez habéis colaborado", abundó.

En general, Azkuna quiso agradecer a todos los vecinos la mayoría absoluta obtenida por el PNV, que, según señaló, no "baja del cielo".

El ascensor mejora la accesibilidad entre el Casco Viejo y Santutxu. Las obras han servido también para renovar las escaleras, ya existentes en este espacio, que convivirán con el nuevo elemento mecánico. Además, con esta actuación, que comprende también la mejora de la iluminación del entorno, se dota a la zona de una mayor seguridad, eliminando un "punto negro" de la ciudad.

Se trata de un ascensor vertical que salva un desnivel de casi 13 metros. El elevador tiene una capacidad para 13 personas, y cuenta con climatización y con todos los sistemas de video vigilancia oportunos.

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