Los sermones de Bertone

Se ha destapado que el poderoso segundo de a bordo en el Vaticano, el cardenal Bertone, protegió a un párroco, ya entonces conocido pederasta y hoy en la cárcel por ese motivo. Se limitó a cambiarlo de parroquia, procurando así su impunidad.

Se trata del mismo personaje que hace poco tuvo el valor de venir a España a echarnos un sermón con el título de Los derechos humanos, cuando el Vaticano ni siquiera ha firmado muchas de las convenciones sobre los derechos humanos de Naciones Unidas. Todo esto nos pasa porque no hacemos caso de la más repetida de las advertencias de Jesús: cuidarnos de los fariseos que, bajo capa de religión, cometen las mayores iniquidades. A las pruebas judiciales me remito.