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Reportaje:

Un velocista entre gigantes

Ferrer, en tercera ronda de Roland Garros, supera con agilidad el hándicap de ser el más bajo entre los 10 mejores mundiales: 1,75m

El astado, donde le corresponde. David Ferrer llega a tercera ronda de Roland Garros tras vencer 6-3, 6-4 y 6-2 al francés Benneteau en la pista uno, la mítica plaza de toros. El número siete, sin embargo, no es un Miura de imponente trapío. Ferrer, que ayer jugó su partido 100 en los grandes, es más bien un Núñez del Cuvillo, eléctrico y ágil. Ningún otro tenista de los 10 mejores mide tan poco como el español, 1,75m. En la era de los grandes pegadores, el 1,87m marca el techo medio de esa elite y subraya la capacidad de superación del alicantino. Ferrer compensa la falta de estatura con velocidad. Una protuberancia en la espalda está en el origen de sus fortalezas y debilidades. Lucha. Embiste, siempre a la carga: solo Rafa Nadal y el serbio Novak Djokovic, que logró su 39ª victoria de 2011 (6-4, 6-1, 2-3 y retirada del rumano Hanescu), suman más puntos que él este año.

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"Si fuera más alto, sacaría mejor, pero no tendría estabilidad ni sería tan rápido", sonríe Ferrer, quemada la nariz y revuelto el pelo, cuando se le recuerda que los otros nueve mejores se estiran hasta el 1,96m del checo Berdych. El tenista es un caso de libro para los biomecánicos, que ven muelles en las piernas y palancas en los brazos; que relacionan la longitud de las extremidades con el servicio; y que deducen que a mayor estatura, más facilidad para un gran saque. "Nunca lograré sacar a 200km/h, como Soderling [1,93m], y eso me obliga a tener más peloteos, a ver antes la bola, a anticiparme. Eso exige más concentración, porque no tienes los puntos gratis que otros logran con el saque. Eso, los españoles, lo entrenamos desde pequeños".

Ferrer, de 29 años, ha trabajado en el gimnasio para fortalecer el hombro derecho, y ha aumentado "entre un 10% y un 15% la velocidad de su primer saque en los últimos cinco años, de 175km/h de media a 188-190", dicen en su equipo. También "hila muy fino la alimentación". Sufre cuando sirve "porque hay pasos que a veces se le olvidan". Y todo eso, que es su losa en la clasificación, tiene el mismo origen que sus armas, su capacidad para volcarse sobre la pelota, traducida en restos mortales y derechas como balas: una curvatura en la parte alta de la espalda.

"Hacemos mucho hincapié en el tema físico, para que siga manteniendo la chispa al máximo, con ejercicios aeróbicos y anaeróbicos", cuenta Javier Piles, su técnico. "Trabajamos mucho la coordinación, con ejercicios de 8 a 12 segundos para que se parezcan al máximo a los puntos", sigue. "Son ejercicios dirigidos de movimientos, con conos, cubos de pelotas o marcas en el suelo; o puntos dirigidos para trabajar la salida de situaciones complicadas en defensa y de paso al ataque. Trabajamos mucho la explosividad lateral".

Ferrer jugará ahora ante el ucranio Stakhovsky y camina por el lado de Federer, su hipotético rival en cuartos, vencedor ayer del francés Teixeira (6-3, 6-0 y 6-2). El español es el cuarto mejor restador: gana el 37% de los saques rivales. También, un tenista bravo. Un velocista en la corte de los gigantes.

Segunda ronda. Hombres. A. Montañés-R. Ramírez, 6-7, 6-4, 6-1, 6-2. R. Gasquet (Fr.)-M. Granollers, 4-6, 6-3, 6-2, 6-4. Hoy. R. Nadal-P. Andújar. F. Verdasco-X. Malisse (Bél.) Mujeres. N. Llagostera-A. Cornet (Fr.), 6-0 y 6-2. R. Marino (Ca.)-M. J. Martínez, 2-6, 6-3 y 6-3.

David Ferrer, ante Benneteau.
David Ferrer, ante Benneteau.C. ENA (AP)

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