Lisicki se marcha en camilla
La alemana, deshecha en lágrimas, pierde tras sacar por el partido ante Zvonareva
La rusa Zvonareva tiene que pasar la cinta divisoria para despedirse de su rival, la alemana Lisicki, incapaz de llegar hasta ella tras perder su partido de segunda ronda. Lisicki llora mientras juega. Lisicki ha reclamado antes al fisioterapeuta y el médico, que le toman aparatosamente la tensión en su banquillo. Lisicki saca para ganar el encuentro (6-4, 5-7 y 5-3) y no lo logra. Liscki, que por momentos parece irse a colapsar sobre el albero, acalambradas las piernas, llenas de lágrimas las mejillas, también es capaz de producir algunos tiros prodigiosos ("¿qué pasa aquí?", pensará Zvonareva; "¿no estaba lesionada?") antes de inclinarse por 4-6, 7-5 y 7-5
Mientras la alemana era atendida por los médicos, Zvonareva, una de las que debería estar en las rondas finales, sacaba contra un enemigo invisible (4-6, 7-5 y 4-5), no se fuera a quedar fría. Su rival, que llegó a tener punto de partido con 5-2 en la tercera manga, tenía para entonces la mirada perdida, el gesto roto y el encuentro casi cedido. Cuando la derrota se hizo carne, ella se tumbó sobre el albero. Una fisioterapeuta corrió a atenderla. Entraron inmediatamente dos hombres portando una camilla...y Lisicki, torturada desde hace dos años por las lesiones, se marchó sobre ella.
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