El Grec cierra ciclo con Brook, Chéreau, Castellucci y Bartabas
Cesc Gelabert inaugura la nueva edición del festival el 17 de junio
El Grec 2011, que cuenta con una programación de bandera, fue presentado ayer en medio de una sensación de fin de etapa. No solo es el útimo festival de su actual director, Ricardo Szwarcer, sino que llega en pleno cambio municipal. El acto de presentación tuvo, así, mucho de despedida, con Jordi Martí, delegado de Cultura del Ayuntamiento barcelonés, entonando con simpática deportividad el "eso es todo, amigos".
Es este del cierre de ciclo un festival de campanillas, maduro, acorde con casi todo lo que ha sido el ideario de su director -finalmente uno de los mejores que han estado al frente del Grec-, lleno de grandes nombres y propuestas sumamente atractivas (www.bcn.cat/grec). Se abrirá el 17 de junio en el anfiteatro con danza: La muntanya al teu voltant, que une a Cesc Gelabert con Perejaume, Carles Santos y la banda municipal. Entre las muchas citas que no perderse, la lectura esencial de Peter Brook de La flauta mágica, de Mozart (Mercat de les Flors, del 18 al 20 de junio); la colaboración del caballista Bartabas y el maestro del butoh Ko Murobushi El centauro y el animal (Lliure de Montjuïc, del 14 al 17 de julio); una nueva creación del genial y perturbador Romeo Castellucci, Sobre el concepto de rostro, en el Hijo de Dios (en el mismo espacio, del 8 al 31 de julio), y I am the wind, del noruego Jon Fosse, historia de dos hombres que se lanzan a una suicida travesía en una barca y que es la primera dirección en inglés (se ha estrenado este mes en el Young Vic) de Patrice Chéreau (también en el Lliure de Montjuïc, del 30 de junio al 3 de julio).
Otros atractivos de la programación son la puesta en escena de Mario Gas de Un tranvía llamado deseo; un espectáculo sobre la llegada de los primeros marines a Barcelona (Call me Maria); la versión teatral de La caída de los dioses, con Belén Rueda; un Esperant Godot de Joan Ollé con Joan Anguera y Enric Majó; Desaparecer, nueva reunión de Calixto Bieito y Juan Echanove, en torno a textos de Poe, y La tozudería, de Rafael Spregelburd, con dirección del gran actor Marcial Di Fonzo Bo (que por cierto es Picasso en la última película de Woody Allen).
Un Luces de bohemia dirigido por Oriol Broggi, la puesta en escena de Carme Portaceli de una obra polaca que revisa la masacre de Jedwbane, un "poema visual" de Rigola sobre El nacimiento de la tragedia de Nietzsche y un montaje de Xavier Albertí que junta a Dalí, Walt Disney y Lenin son otras propuestas. Un solo Shakespeare: Julieta & Romeo (sic), de Marc Martínez. La programación de danza, además de la apertura, incluye Continuo, de Sasha Waltz; Octopus, de Philippe Decouflé; Virgilio Sieni bailando las Variaciones Goldberg, y espectáculos de Sol Picó, Mal Pelo, Israel Galván (flamenco) y Blanca Li, entre otros. En música, destacan Manel -en el anfiteatro el 11 de julio-, Goran Bregovic, Wynston Marsalis, Ainhoa Arteta, Nina Pastori, Keith Jarret, Sakamoto, Jordi Savall y una noche de tango.
En total 65 propuestas, 33 de ellas de grupos y artistas catalanes; 163.000 entradas a la venta, y un presupuesto continuista, pese a la que está cayendo, de cuatro millones de euros. El cartel, que juega con estivales ombligos al aire y letras de Scrabble, es de Joan Fontcuberta, un lujo.
Szwarcer ofreció amplias explicaciones de la polémica en torno a la retirada de la programación de Des femmes, de Wadji Mouawad, a causa de la participación de Bertrand Cantat, asesino convicto de Marie Trintignant. El director señaló que la presencia de Cantat parecía solo ser imperativa en el caso del Grec, pues en otras citas Mouawad, dijo, se ha avenido a que no actúe.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.