Rafael Amargo, un esperado debut
El bailaor y coreógrafo actúa por primera vez en Sevilla, en el Teatro Lope de Vega
Ha pasado por grandes escenarios de todo el mundo, como el Royal Albert Hall de Londres o el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, ha recibido cuatro premios Max de las Artes Escénicas, firma la coreografía del musical Zorro, en el West End londinense y en el Folies Bergère de París... pero nunca había bailado en Sevilla. Rafael Amargo, bailaor y coreógrafo granadino de 36 años, presentará esta noche en el Teatro Lope de Vega Solo y Amargo.
"No haber actuado antes en Sevilla, la tierra de los grandes, es como un pecado; especialmente siendo yo andaluz y muy lorquiano", decía ayer Rafael Amargo en la capital andaluza. El polifacético artista, que ha triunfado con grandes producciones como Poeta en Nueva York (2002) o D. Q. pasajero en tránsito (2005), acaba de llegar del Festival de Música y Danza de Estambul (Turquía) y presentará en el Lope de Vega su espectáculo más íntimo en el que aparece acompañado por ocho músicos.
El artista asegura que la obra es "flamenco de antaño, ortodoxo"
Para su debUT en solitario en Sevilla -en los noventa había participado en Reencuentros, del maestro Granero, en el Teatro de la Maestranza-, Rafael Amargo contará con la colaboración de Diego Carrasco y María Toledo.
"El montaje es una sucesión de solos, todos los participantes tenemos un momento en solitario en escena. Yo comienzo bailando la farruca clásica, la de Antonio Gades, vestido con un traje de talle alto que no me ponía desde que, con 21 años, gané el Concurso Nacional de La Unión. Después viene una soleá por bulerías, que bailo con dos mantones de Manila para resaltar la parte femenina del hombre, seguiriyas, zambra, fandangos de Granada...", enumera el artista, quien además acaba de estrenar en el Roma Filme Festival la película Cinque, de Francesco Maria Dominedo, en la que se mete en la piel de un mafioso siciliano y que estará en los cines italianos a partir del día 28.
Rafael Amargo, que comenzó a bailar a los 16 años junto a Lola Flores, tiene compañía propia desde 1997 y Solo y Amargo es el 12º montaje que presenta con su compañía. La obra, que podrá verse también en el Teatro Cervantes de Málaga el 12 y 13 de junio, es "flamenco del de antaño". "Algunos me dicen que soy demasiado moderno. Seré mediático, pero moderno, no. Aquí soy clasicista y ortodoxo, bailo más serio que nunca", aclara el artista, quien se dispone a trabajar solo como actor, sin dar ni un paso de baile, en la obra de teatro La habitación de Giovanni, de James Baldwin, junto al brasileño Roberto Cordovani.
"Solo y Amargo es el primer espectáculo de una nueva etapa en mi carrera. Me he pasado 20 años viviendo en Madrid y ahora, hace unos seis meses, me mudé a Barcelona y este es mi primer trabajo sin la productora de mi padre. Así que he querido empezar la casa desde los cimientos, no como antes, que comencé haciendo musicales flamencos, con 30 ó 40 personas en escena. Es una cosa más humilde, pero con mucha calidad. Cantidad y calidad no tienen por qué ir unidas", explica.
El flautista flamenco Juan Parrilla, quien firma la dirección musical del montaje, es el autor de una suite en la que Amargo da un repaso por la Granada de Lorca. Además, el bailaor se atreve a bailar una zambra al ritmo de Ne me quitte pas, de Jacques Brel, tema que incluso él mismo canta en escena durante un momento.
Lo más atrevido de su nueva propuesta es el tema Lo eres todo, de Luz Casal, con una coreografía que firma Ramon Oller y que plasma claramente el punto melancólico de todo el espectáculo.
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