Nantes se mira en Portugalete

Algunas de las relaciones más bellas surgen por casualidad. Un bilbaíno que reside en Nantes (Francia) desde hace años escuchó a su esposa, concejal de esa ciudad, hablar allá por 2008 de la idea de construir un puente colgante en la localidad natal de Julio Verne. Interesado, recordó a su mujer que en Vizcaya ya existe una pasarela de estas características, Patrimonio de la Humanidad desde 2006. La mujer transmitió la información al Ayuntamiento de su ciudad, y días más tarde un grupo de arquitectos y economistas se desplazaba hasta Portugalete para conocer de primera mano el Puente Colgante.

Tres años después de esa visita, Nantes tomará finalmente como modelo la estructura vasca para construir una futurista versión del puente vizcaíno. El grupo empresarial que la acometerá, NPPi, pretende exportarla a Marsella, Shanghai o Vietnam. Desde 2008, representantes de esa ciudad francesa han inspeccionado las instalaciones vizcaínas en tres ocasiones, la última de ellas el mes pasado.

El proyecto de la ciudad francesa se exportará a Vietnam, Marsella y Shanghai

Nantes resulta, en cierto modo, una ciudad similar a Bilbao. Con cerca de 300.000 habitantes y próxima a la costa, ha tenido una gran tradición industrial que ahora quiere recordar. De hecho, hasta antes de la Segunda Guerra Mundial disponía de un puente transbordador, ubicado en el mismo lugar en el que ahora, simbólicamente, se situará el nuevo.

El proyecto francés costará 60 millones de euros, tendrá 250 metros de largo -90 más que el Puente de Vizcaya-y una barquilla de 30 metros. Podrán permanecer sobre él un centenar de personas a la vez, 50 más que en el de Portugalete. A ello se une la idea de construir una isla junto al transbordador.

En definitiva, Nantes busca regenerar una zona de la ciudad con ambas infraestructuras y con restaurantes o tiendas que se incluirán en ellas. "Pese a ser un gran proyecto, no será tan bello y esbelto como nuestro puente", bromea el director de relaciones institucionales del Puente Colgante de Portugalete, José Antonio Dolara.

Sin embargo, Dolara lamenta que el transbordador de Portugalete no se encuentre "suficientemente potenciado". Apunta que hasta que hace ya cinco años fuese reconocido como Patrimonio de la Humanidad, los vascos lo consideraban "un simple puente" y muchos ciudadanos no lo habían visitado jamás. Y ahora sirve como modelo para que se miren en él ciudades como Nantes.