De la calle a la sastrería

El mercado del pop británico ofrece fenómenos ultraexportables y otros cuya enorme repercusión local no acaba de traducirse a nivel internacional. Es el caso de Plan B, alias artístico de Ben Drew, que decidió cambiar la capucha chandalera por el traje a medida en su disco más reciente, The defamation of Strickland Banks, en busca de una audiencia masiva. "Es como ser gay y salir del armario", dice tras buscar el símil más adecuado. "Antes que el rap, siempre me interesó el soul".

En su última visita a España, para actuar en los European MTV Awards, quedó probada la fría respuesta del público madrileño en un showcase en La Casa Encendida. No tiene por qué pasar eso en las próximas ediciones del Mallorca Rocks e Ibiza Rocks, que se celebran cada martes y miércoles, respectivamente, desde el 31 de mayo hasta el 21 de septiembre. De hecho, Plan B es la estrella inaugural. The Vaccines, Fatboy Slim, Dizzee Rascal, Biffy Clyro, Magnetic Man o Madness son otros nombres destacados de esta cita balear de corte inglés propensa al desparrame lúdico y el hooliganismo controlado.

La elección de Plan B tiene toda su lógica. A sus ínfulas de crooner y su acento cockney se suma la historia de superación personal de un chaval crecido en los suburbios de Londres y excamello de marihuana redimido gracias a las rimas. "Siempre me supe incapaz de tener un trabajo de nueve a cinco. De no ser por la música, muy probablemente habría caído en el crimen, como muchos amigos míos". Tras años dedicándose a la economía sumergida, considera que "se lo he compensado al Gobierno con todos los impuestos que he pagado a raíz del éxito de mi disco".

Si con su debut, Who needs actions when you got words, se autoproclamó vocal de los temas oscuros y depresivos que asolan a la juventud inglesa, con su actual álbum cuenta los infortunios de una estrella del soul a través de un álter ego. Porque en realidad le gustaría ser realizador de cine. De hecho, tras algún papelito como actor, ya tiene lista -a falta de distribución- su ópera prima, Ill Manors. En sus palabras, "un musical de hip-hop de bajo presupuesto que, a la manera de Crash, cuenta vidas cruzadas". Y anuncia que, por mucho que le insistan en su disquera, mutará de nuevo de estilo. Puede que al reggae. "Tarantino no siempre rueda la misma película; pasa del cine negro a una de kárate o una bélica. Mi disco de soul ya está hecho. ¿Por qué habría de repetirlo?".

Más información: www.ibizarocks.com