Campaña a la sombra nuclear
Los alcaldes de pueblos candidatos al almacén atómico, convencidos de que conseguirán repetir en el cargo
Son pueblos pequeños en los que no ha pasado nada tan importante en años, incluso en décadas. Los ocho pueblos candidatos al almacén temporal centralizado (ATC) nuclear viven la campaña a la sombra de su candidatura atómica. En algunos hay división, pero los alcaldes (que mayoritariamente repiten como candidatos) se muestran convencidos de que mantendrán el puesto y demostrarán el apoyo popular al proyecto.
El alcalde de Villar de Cañas, José María Sáiz (Cuenca, del PP), resume: "Voy a mejorar los resultados de hace cuatro años. Ya nadie podrá decir que no había información. Y el Gobierno debería llevar el almacén al pueblo en el que el alcalde tenga más votos". Un vecino contrario a la instalación opina que la gente está mayoritariamente a favor del ATC por el empleo que generaría. Sáiz sostiene que hay socialistas a favor del almacén y que se abstendrán el 22-M.
El PSOE denuncia empadronamientos ficticios en Yebra, en Guadalajara
Es la primera vez que el apoyo popular al silo se medirá en las urnas
El programa electoral del PP en Villar de Cañas no menciona ni una vez el almacén de residuos nucleares. La única alusión está implícita cuando el díptico tras la cara de Dolores de Cospedal, que señala: "Mantendremos los compromisos que hemos adquirido la presente legislatura". Sáiz afirma como muestra de sus apoyos que el PSOE ni ha conseguido una lista con gente del pueblo.
En Villar de Cañas la campaña es más o menos tranquila, pero no ocurre así en Yebra (Guadalajara). Su alcalde, Pedro Sánchez, fue expedientado por el PP al pedir el almacén (Cospedal se opone a que el ATC vaya a Yebra, pero no a Villar de Cañas porque, dice, está en otra provincia). Aún así, Sánchez repite por el PP y confía en volver a ganar. En Yebra la oposición está más organizada; el PSOE se ha volcado, y el presidente autonómico, José María Barreda, abrió allí la campaña para dejar clara su oposición al almacén.
Por el reparto de escaños, Guadalajara es clave dentro de Castilla-La Mancha, que a su vez es clave en la política nacional. Quizá por eso en Yebra el ambiente está más enrarecido y la campaña más apretada.
El PSOE lleva de número dos a un antiguo concejal popular. Uno de los miembros de la lista socialista, Javier Gómez, señala que han detectado empadronamientos masivos: "El censo ha pasado de 470 personas hace cuatro años a 600, y hay gente próxima al alcalde empadronada en un corral y en un almacén de libros". El PSOE calcula que hay unas 15 personas empadronadas en sitios inverosímiles, que pueden ser relevantes en una votación apretada en un censo pequeño.
Lo más llamativo de las elecciones es que por primera vez votan en España pueblos cuyos alcaldes han pedido abiertamente un almacén nuclear. Aunque ni siquiera está claro que el ATC vaya a salir adelante. El proceso está paralizado y el Gobierno ha admitido que el accidente nuclear en Fukushima no facilita las cosas. Sin embargo, hay quien afirma que Fukushima ha demostrado que tener el combustible nuclear gastado en las piscinas de las centrales es más inseguro que tenerlo en un almacén nuclear en seco. Industria afirma que irá a la comunidad autónoma que lo acepte, pero salvo cambio electoral el 22-M ningún presidente autonómico ha dicho que lo quiera.
El caso del alcalde de Yebra tiene similitudes con el de Ascó, Rafael Vidal, de CiU. Cuando pidió el ATC fue expedientado por su partido. Sin embargo, un año después ni ha sido llamado a declarar y sigue como cabeza de lista y favorito para las elecciones. "El ATC es una pieza importante en la campaña, pero todo el mundo sabe ya por dónde van las cosas. Para Ascó es un tema superado", explica.
Zarra (Valencia), Yebra, Ascó y Villar de Cañas son los pueblos con mayor puntuación en la valoración del Ministerio de Industria. En el resto, con muchas menos opciones, el ATC también deja heridas. Santiago Baeza, del PP y alcalde de Santervás (Valladolid), cuenta que ha recibido "unos 14 empadronamientos de hijos de gente del pueblo y que son contrarios al almacén". Pero quita hierro al asunto: "Está todo muy tranquilo. Aquí no hay mítines ni nada. El 22 veremos el apoyo".
ASIGNATURAS DEL 22-M LA UBICACIÓN DEL ALMACÉN NUCLEAR
"Todo el mundo conoce las posturas"
- Rafael Vidal, alcalde de Ascó (1.634 habitantes, Tarragona) es favorito para repetir. "El ATC es una pieza importante en la campaña, pero todo el mundo sabe ya por dónde van las cosas. Para Ascó es un tema superado", afirma. Hace dos años fue expedientado por CiU cuando pidió el almacén, pero sigue de cabeza de cartel. En el pueblo, que ya tiene una central nuclear, no existe una candidatura contraria, aunque sí una lista que pide un referéndum sobre si debería acoger los residuos nucleares de toda España.
"Veremos si hay apoyo o no"
- Santiago Baeza, alcalde popular de Santervás de Campos (141 habitantes, Valladolid), quita importancia al debate. "En el pueblo no hay mítines y está todo tranquilo". El alcalde afirma que "se han empadronado unos 14 ecologistas hijos de gente del pueblo. El 22 veremos si hay apoyo o no". Industria promete una inversión de casi mil millones de euros, cientos de puestos de trabajo directos y 12 millones al año para el pueblo en forma de compensación atómica.
"Debería ir al alcalde con más votos"
- José María Sáiz, alcalde de Villar de Cañas (436 habitantes, Cuenca), está tan convencido de que ganará el 22-M, que pide que Industria tenga en cuenta el resultado electoral al decidir la ubicación del almacén nuclear. "Debería ir al pueblo cuyo alcalde tenga más apoyos". Este herrero, cabeza de lista del PP, afirma que no pidió permiso al partido para aspirar a la instalación. Cospedal rechaza que el ATC vaya a Guadalajara, pero no se pronuncia sobre Cuenca, lo que le da opciones si ella gana la Comunidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.