"El género literario supremo"

"El género literario supremo y excelso, de una perfección inigualable, es la poesía, el más antiguo que existe y donde la lengua se transforma en algo verdaderamente rico y esplendoroso", afirmó anoche el último y flamante Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, quien protagonizó, junto al poeta madrileño Benjamín Prado, el acto más mediático de los que esta semana se desarrollan en el 8º Festival Internacional de Poesía Ciudad de Granada (FIP) que a lo largo de esta semana se celebra en la capital andaluza.

El autor de El sueño del celta, habló en el Auditorio Manuel de Falla de su última novela, pero la conversación fue conducida de tal forma que terminó haciendo un introspectivo recorrido por su literatura, sus lecturas, su vida familiar, sus mitomanías y su próximo trabajo, un ensayo al que llamará La civilización del espectáculo, en el que habla de cómo la cultura ha pasado a ser un pasatiempo: "A veces con originalidad y creatividad, pero siempre persiguiendo el objetivo de distraer, entretener. Si sobrevivo al Nobel quiero terminarlo", dijo el autor de Pantaleón y las visitadoras.

Benjamín Prado, García Montero y Sabina participaron también en la cita

Prado empujó en más de un momento al escritor hispano-peruano a hablar de su relación con la poesía: "Yo no soy una excepción y mi relación con la literatura también empezó con la poesía, mamá tenía en su mesita de noche Veinte poemas de amor y una canción desesperada y como tenía prohibido leerlo ese libro ejercía sobre mí una atracción irresistible. Sabía que era algo pecaminoso, pero no entendía el qué, aunque aquellos versos con lo de "El cuerpo del amigo salvaje..." me desasosegaban sobremanera, así que para mí la poesía empezó con la idea de transgresión, prohibición y pecado", confesó mientras el público reía abiertamente.

Tras hablar de su querencia por Neruda no ocultó que Góngora "fue para mí una tabla de salvación cuando estuve aturdido al meterme en política; me levantaba muy temprano y aunque fueran 15 minutos me sumergía en un mundo de absoluta perfección y belleza, en contraste con el resto del día que era terriblemente violento y cruel, como puede llegar a ser la política, por lo que siento por Góngora una extraordinaria gratitud. Gracias a él mantuve viva mi vocación de lector", dijo este hombre que escribe "para que los lectores tengan las vidas que no se resignan a no tener" y que ayer aseguró que "cuando leemos o vemos teatro, incorporamos experiencias que jamás podríamos haber vivido en la realidad y cuando salimos de esa experiencia nuestra vida se ha enriquecido con ella, por eso la literatura es inmortal".

Después de que el público despidiera puesto en pie al Nobel, se celebró uno de los actos más bellos de la presente edición del FIP, con la pianista Rosa Torres-Pardo, considerada una de las grandes concertistas del mundo, y Luis García Montero, en la cabecera de los grandes poetas españoles contemporáneos. Ella interpretó temas de la Suite Iberia, de Albéniz, y él dio lectura a los poemas que escribió en su día sobre esta composición, además de Preguntas a un lector futuro, sobre Granada

Hoy viernes, además de encuentros con Chris Stewart, exbatería de Génesis, y José Ignacio Lapido, conocido letrista de rock, habrá un acto central con García Montero y Joaquín Sabina y el concierto de despedida del FIP con la actuación del grupo Pereza y Benjamín Prado.