De la postal al barrio

A Ángel Pérez no le gustan los gráficos ni las alharacas. Abrió su turno cifrando los casi 252.000 parados de la ciudad. "Estos datos justifican que no hagamos un debate con muchas cifras". No mostró un solo documento ni se enredó en números. Apoyó el codo en el atril, subió la ceja y se centró en los barrios. Denunció los 900 millones gastados entre el Palacio de Cibeles y el proyecto de Madrid Río ("el estanque de patos más grande de Europa", dijo) frente a 240 millones para 128 barrios con tres millones de habitantes. Quería confrontar "la ciudad de postales frente a la ciudad de los barrios", según su equipo. Ayer reclamó que se descentralicen el 25% de las inversiones para que los vecinos decidan con presupuestos participativos cómo gestionar el deporte, la cultura o el tráfico de su entorno.

Gallardón le afeó el patinazo al pedir la gestión cultural municipal de los edificios de Príncipe Pío y Tabacalera, de propiedad estatal. Pérez lo recondujo pidiéndole que fueran de la mano a reclamar también el suelo de los cuarteles o Abroñigal.

Aprovechó los dos últimos minutos para despejar dudas sobre un posible acuerdo con los socialistas al que había apuntado el alcalde y un día antes la presidenta regional. "IU concurre a estas elecciones sin pactos previos con ninguna fuerza política", señaló firme. "Si lo tuviéramos lo diríamos". Porque el debate (y esta frase tampoco es nueva) "no es entre izquierda y derecha, sino de ciudadanía y futuro frente a la resignación".