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Crónica:MAN. UNITED 2 - CHELSEA 1 | FÚTBOL | 35ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Manchester, rey de Inglaterra

El equipo de Ferguson doblega al Chelsea y está a un punto de su decimonoveno título de la 'Premier', uno más que el registro legendario del Liverpool

Jordi Quixano

El Manchester United está a un punto de cambiar la leyenda de la Premier. Se acabó la hegemonía del Liverpool, que firmó en 1990 su último y decimoctavo título liguero, un registro inalcanzable para el resto del mundo menos para Sir Alex Ferguson, que le tiene tanta tirria a los reds como facilidad para discutirles su historia. La victoria de Old Trafford lo certificó. A falta de dos partidos para finalizar el curso, el Manchester -que debe medirse en casa del Blackburn y recibir la visita del Blackpool, dos equipos en el fango- es líder con seis puntos de ventaja sobre los blues. O, lo que es lo mismo, el Mufc está a un punto de su decimonovena Premier, la número 12 de Ferguson.

Nadie como Park, una hormiga sin pausa, para explicar la genética ganadora del United

Todo estaba planeado. Desde que aplastaran al Schalke en el Veltins Arena en la ida de las semifinales europeas, Fergie, el mariscal de la estrategia, sacó un equipo repleto de suplentes en la vuelta para preservar la maquinaria para el duelo mayúsculo de Old Trafford. Apuesta perfecta. Lo aclaró Chicharito, que desbrozó cualquier resistencia en un santiamén. Rezó, en lo que ya es una fotografía habitual, el Chícharo -el diminutivo se le queda chico- antes de comenzar el encuentro, de rodillas en el suelo y las palmas abiertas. 36 segundos más tarde, tras el corte de Ferdinand, el pase de entrelíneas de Giggs y la asistencia de Park entre los centrales, el mexicano, superdotado del remate, hizo diana.

Descolocado por completo, el Chelsea no encontró respuesta. La falta de ambición de Ancelotti, de quien ya se siseaba en las oficinas de Cobham su final de periplo por más que en el curso anterior hiciera el doblete, fue determinante. Solo así se explica que a la llegada de Torres, alineara a cuatro delanteros, con Anelka de trescuartista, y frente al Manchester pusiera a uno y medio, con Drogba en punta y Kalou de extremo. Un cambio de táctica que desdibujó su fiereza -sumaba 25 de los últimos 27 puntos- y despersonalizó su fútbol. La culpa, en cualquier caso, es de la negligencia del equipo para el pase, sin un quarterback que deslice asistencias. No toca Essien, no mezcla Mikel y no conecta Lampard. Resultado: al Chelsea le quemó el balón y quedó supeditado a la brega y el tino de Drogba. Algo improbable ante el Manchester, que defiende como pocos, raudo en la basculación y eficaz en el repliegue.

No hay nadie como Park para explicar la genética competidora del Manchester, siempre voluntarioso y confiado, con el triunfo en el entrecejo. Es Park una hormiga sin detención. Roba, pelea, algún pase de mérito, roba, pelea y vuelta a empezar. Hasta se permitió el lujo de soltar un zapatazo que no fue gol de chiripa, que las uñas de Cech desviaron. Un calco a la estirada que repelió el obús de Rooney, desde 30 metros. Sin pausas; sin concesiones. Y de flaquear, Van der Sar, el portero que no se desgasta (40 años), respondía a los dos disparos de Kalou y a la falta de Drogba. Era un partido ya visto este año, cuando el Manchester anuló la oposición blue a la Champions, el sueño roto de Abramovich. Ni siquiera el gol de Lampard, atento al centro de Ivanovic, hizo tiritar a los red devils. Vidic, tras un centro de Giggs, ya había hecho el segundo.

Amenazó Valencia con sus centros, asustó Chicharito y a punto estuvo Rooney de noquear al Chelsea, salvado en la línea de gol por Alex. Falta de definición que por poco no penalizó Torres, con un latigazo que le cuchicheó al palo.

A pesar del litigio de Rooney -amenazó con irse al inicio del año pero reculó después-, la ausencia de Valencia por seis meses y las persistentes lesiones de Ferdinand, este Manchester tiene respuesta para todo. Reverberó Nani, Giggs ha demostrado que la velocidad de cabeza es mejor que la de ejecución y Chicharito se ha destapado con un delantero letal.

Con la Premier a la vuelta de la esquina, al Manchester le resta la final de la Champions ante el Barça. De ganarla, Ferguson sumaría tres laureles europeos, los mismos que Bob Paisley, mito del Liverpool. Fergie discute la historia.

Ferguson celebra el triunfo saludando con una alabanza al público de Old Trafford.
Ferguson celebra el triunfo saludando con una alabanza al público de Old Trafford.ALEX LIVESEY (GETTY)

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