El PP insta al Gobierno a volver a impugnar las listas si hay nuevos datos
Los conservadores respetan la sentencia pero la lamentan "profundamente"
A los pocos minutos de hacerse pública la sentencia que permite a Bildu concurrir a las elecciones, el PP envió un comunicado en el que "respeta" la decisión pero "lamenta profundamente que las pruebas que convencieron al Tribunal Supremo de que Bildu es una estrategia diseñada por ETA no hayan convencido a una exigua mayoría del Tribunal Constitucional". "Es una mala noticia, pero no definitiva", subrayan los populares, y se felicitan de haber pactado recientemente con el PSOE la reforma de la Ley Electoral que les permite disponer ahora de nuevas "vías sucesivas de impugnación". "Pedimos al Gobierno que las ponga en marcha", añade la nota.
Así, el PP insta al Gobierno a dar orden a policía y a la Guardia Civil para que estén vigilantes y, ante cualquier dato nuevo que vincule a Bildu con Batasuna, volver a impugnar sus listas. La reforma legal pactada por el PP y el PSOE les permite pedir a los jueces la anulación de candidaturas durante la campaña e incluso tras las elecciones, y por primera vez autoriza a retirar a los concejales electos el escaño si se demuestra que su partido o candidatura es sucesor de Batasuna.
El comunicado es tajante, pero anoche Mariano Rajoy no hizo referencia al caso Bildu en su mitin de arranque de la campaña en Sevilla. Y su intención es que ese tema no centre los discursos de las próximas dos semanas. El eje de campaña es claro: paro, paro y paro. "El gran objetivo del PP es el crecimiento económico y se puede hacer porque ya lo hicimos. Nuestro adversario no es el PSOE, sino el paro y la crisis económica", dijo Rajoy anoche, informa Javier Martín-Arroyo. Y añadió: "Esos casi cinco millones de parados pasarán a ser historia con los Gobiernos eficaces del PP".
El líder popular se siente claramente favorito en estos comicios, con la corriente a favor, y no quiere cometer ningún error. Los populares creen que al PSOE siempre le salen mejor las campañas que a ellos, sobre todo por sus propios errores. Así que Rajoy, un veterano en estas lides -fue jefe de campaña de José María Aznar en 1996 y 2000-, ha optado por no arriesgar. Tiene firmemente decidido, según su entorno, hacer una campaña de perfil bajo, centrada en el paro. No tiene intención de contestar a las provocaciones del PSOE ni entrar en las grandes polémicas políticas, especialmente la de Bildu.
Para eso ya tiene a sus segundos, con los que jugará al tradicional doble discurso: Dolores de Cospedal, Esteban González Pons y Federico Trillo serán duros, para contentar a una parte de su electorado y aplacar a medios conservadores, mientras Rajoy eludirá el tono bronco y se centrará en la crisis económica. No está prevista ninguna conferencia de prensa en toda la campaña.
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