Soluciones para la Universidad

Desde que empezó a implantarse el sistema de Bolonia, al menos en la Universidad de Oviedo, hay una queja general por parte de docentes y alumnos denunciando la inviabilidad del sistema, ya que la aplicación de los nuevos modelos exige unos grupos menores, con una proporción mayor de docentes con relación al número de alumnos. Ante este problema las autoridades académicas solicitan del Principado más presupuesto para la contratación de docentes.

No es este el camino, puesto que resulta difícil encontrar gente capacitada coyunturalmente, y, por otra parte, hay oscilaciones en el acceso de alumnos a las aulas.

Resulta por tanto de difícil justificación el que la Universidad pretenda mantener la política de aumentar el número de matriculados sin plantearse la urgente necesidad de modificar el acceso a los estudios universitarios.

Cada año que pasa es más lamentable el nivel de los conocimientos de los alumnos que llegan a las facultades. Por tanto, la prioridad antes de modificar el número de docentes, sería establecer unas pruebas mucho más serias y rigurosas de acceso a los estudios superiores; y un seguimiento más exhaustivo, continuado y riguroso de la preparación y de los conocimientos, que van adquiriendo los alumnos en los años previos a su entrada en la Universidad.

Es imprescindible elevar el nivel del Bachillerato, que ha ido degradándose en los últimos años.

Por último, en tiempos de dificultades presupuestarias, sería deseable que en la Universidad cada alumno pague de acuerdo con sus posibilidades.

Es necesario asegurarse de que nadie se queda fuera por su situación personal.