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Reportaje:BREAKINGVIEWS. REUTERS

El precio del feudalismo

La monarquía británica cuesta 1.140 millones de libras

Mi compañero Robert Cole afirma que la monarquía británica solo cuesta 1.140 millones de libras guiándonos por el valor actual. Y a renglón seguido señala que, como la economía británica se beneficia del turismo vinculado a la familia real, "deberíamos conservar toda esa pompa, que alcanza su máximo esplendor en esta boda real, sufragarla con un presupuesto controlado y disfrutar de ella".

El fallo de ese argumento es que el precio económico total de la familia real es mayor que el dinero que requiere su mantenimiento. Los Windsor ocupan la cima de los vestigios de un sistema feudal, que incluye la Cámara de los Lores, que no es electa, y el sistema de los títulos de caballero. Este sistema distorsiona los incentivos y limita las oportunidades.

Vean hasta qué extremo llegan algunos para conseguir un título de noble o de sir, y el derecho a alardear que estos títulos les otorgan. A menudo se ha señalado que para muchos empresarios británicos a lo largo de varias generaciones, la mayor hazaña consiste en conseguir un título de sir y una finca en el campo. Pero para la economía quizá sea mejor que sigan desarrollando sus empresas.

O fíjense en cómo la casualidad de haber nacido en una familia concreta le da a algunas personas ventajas de las que otros no pueden disfrutar (por ejemplo, las oportunidades de hacer contactos que da el ir a un colegio de pago británico). Está claro que en Reino Unido existe la movilidad social y que seguiría habiendo privilegios aunque no hubiera monarquía. En las sociedades meritocráticas, la gente de éxito siempre encuentra la manera de dar ventajas a sus hijos, y eso no tiene nada de malo. Pero la existencia de la familia real despinta la meritocracia.

Eso sí, lo de abolirla es otra cuestión. Mientras la gente siga disfrutando del espectáculo de la monarquía -tal y como demuestra el entusiasmo por la boda real-, derrocarla no es ni mucho menos una prioridad.

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