Gonzalo Rojas, poeta chileno, nexo de dos orillas
A pocos días que celebrásemos en Madrid y haber sido honrados, como testigos, de la entrega de un nuevo Premio Cervantes, esta vez a Ana María Matute, debemos lamentar la partida de nuestro vate Gonzalo Rojas Pizarro, infausto hecho que ha conmovido a la literatura mundial que tributa respetuosamente sentimientos de pesar y expresiones de admiración por una obra que será imperecedera.
Ha muerto el pasado lunes uno de los grandes poetas de Chile y de la lengua hispana, Gonzalo Rojas (Lebu, 1917), quien fuera un asiduo visitante de España y cuya formación intelectual se forjó principalmente con los grandes clásicos españoles. Este catedrático de Literatura, que perteneció a la generación del 38 junto a Nicanor Parra y otros, se nutrió, primeramente, del surrealismo formando parte del grupo Mandrágora con Braulio Arenas, Teófilo Cid, Enrique Gómez-Correa, Jorge Cáceres y también con Huidobro, que posteriormente dejará de lado.
Su formación intelectual se forjó con los grandes clásicos españoles
Como hijo de una familia minera se enfrentó a una vida difícil que él superó llegando a ser, además de profesor universitario, protagonista de una intensa acción diplomática en diversos lugares, en todos los cuales dejó su sello indeleble de poeta creador. Vivió en la República Democrática Alemana, en la que no sintiéndose conforme con dicha sociedad la critica en su poema Residencia en el Báltico. Abandona este país para residir en Caracas, donde hizo clases en la Universidad Simón Bolívar. Finalmente, retorna a su país en 1979, cuando se le otorga la beca Guggenheim, instalándose en la región de Chillán, en la casa a la que puso por nombre El Torreón del Renegado, cuando ya es un poeta famoso. Hasta 1973, solo había publicado dos obras: La miseria del hombre (1948) y Contra la muerte (1964), y es a contar de cuando está fuera de Chile que se produce su abundante y excelente producción, que le llevará a obtener el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (1992), Premio Nacional de Literatura de Chile (1992), Premio José Hernández de Argentina (1997), Premio Octavio Paz de Poesía y Ensayo de México, (1998) y Premio Cervantes (2003), aparte de otros galardones importantes.
Gonzalo Rojas, vallejiano y mistraliano, ha partido dejándonos como legado su obra, que permanecerá como una de las mejores de la literatura iberoamericana. En su discurso del Premio Cervantes 2003, dijo: "... Me veo leyendo todavía sin parar la colección entera Rivadeneira, donde también Darío aprendió a leer España en profundidad. Ahí debemos andar todavía entre los altos anaqueles, naciéndonos los unos de los otros: cervantinos, quevedianos, gongóricos, teresianos, ¿por qué no?, a la siga de Juan Yepes, rey del idioma. Pero no solo a la siga de la clasicidad áurea, sino también de aquellos otros -los cronistas- que escribieron el Nuevo Mundo en esos mismos días, más allá de los mares, los desiertos, los abismos, cuando el Descubrimiento y más acá del Descubrimiento, cuando la Conquista y el minuto colonial, que no fue acaso servidumbre sino proyecto de ser. De ser y de más ser como es la libertad y el ejercicio mismo de la poesía. Ahí me veo también leyendo por primera vez la Revista de Occidente, el diario El Sol de Madrid y el Lorca del Romancero gitano, y a los poetas del 27". En sus constantes visitas a España estuvo en contacto con instituciones importantes como Casa de América, la Residencia de Estudiantes, la Universidad de Salamanca, la Universidad de Alcalá de Henares, distinguida casa de estudios que, sumándose al duelo de las letras chilenas, se solidariza ante la tristeza que provoca la partida de nuestro insigne poeta para el país y la literatura universal. Sus libros han sido publicados en este país, así como su obra completa, por la editorial Visor. El poeta de Lebu que fue riguroso en el lenguaje entró en el camino de los vanguardistas.
El último homenaje lo recibió desde España, cuando el presidente Sebastián Piñera, en su reciente visita de Estado, inaugurara la muestra que patrocináramos, juntos con su querida Universidad de Alcalá, después del acto institucional de entrega de la medalla de oro, la Exposición Chile en el Premio Cervantes, Jorge Edwards y Gonzalo Rojas. Allí el jefe de Estado chileno dijo: "Engrandecen nuestra cultura y estrechan con el idioma los lazos de amistad entre las dos orillas". El poeta Rojas no ha desaparecido del alma de los pueblos, sigue en el idioma que ha ayudado a deslumbrar.
Sergio Romero Pizarro es embajador de Chile en España.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.