Falacias

Acabo de leer y escuchar las declaraciones del ministro de Industria referidas a la bajada del consumo de combustibles en España y la interpretación del hecho.

No puedo por menos que pensar cómo se puede manipular a la opinión pública de tal manera, alabar las venturas de la reducción a 110 kilómetros por hora de la velocidad máxima, y no citar, sin embargo, factores tales como la enorme subida del precio de los combustibles que nos obliga a muchos a prescindir en lo posible del uso del coche; o el enorme número de parados que, si tienen dificultades para vivir y comer, no pueden afrontar gastos superfluos entre los que supongo está el uso del vehículo salvo para lo imprescindible. Además, las vacaciones de Semana Santa, una de las grandes fuentes de consumo de combustible, este año han estado fuera del periodo de evaluación.

Supongo al señor ministro lo suficientemente capacitado para valorar en su justa medida todos estos factores, para reconocer que el dudoso ahorro de consumo que puede suponer la reducción en la limitación de velocidad jamás alcanzaría dichas cotas. Y tengamos también en cuenta la pérdida de ingresos en impuestos, en tiempo, y en paciencia de los españoles.

O bien pretenden seguir engañándonos, o bien sus capacidades están en consonancia con los resultados obtenidos, lo que, en uno u otro caso, no duden, tendrá su reflejo en las urnas.