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Reportaje:

Simulacro de protección

Un grupo de escoltas recrea tres situaciones de agresión simuladas en Bilbao - Un ataque a un político y una emboscada fueron las más espectaculares

Un político se dirige a dar un mitin. Viaja en coche y al llegar a su destino baja del vehículo para saludar a los simpatizantes que allí se congregan. De entre el público, dos personas se adelantan para dispararle. Es un atentado y la actuación de los tres escoltas que le protegen se revela determinante. Lo principal es actuar rápido. Desarmar a los agresores y poner a salvo al protegido. Esta es una de las tres situaciones que una decena de escoltas vascos, catalanes, madrileños y portugueses representaron ayer en la explanada de Botica Vieja de Bilbao. Esta actividad, enmarcada en la celebración del IV Congreso Nacional de Escoltas, congregó a decenas de curiosos y a representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

La clave de su labor es actuar rápido para poner a salvo al protegido
Los escoltas está obligados a pasar exámenes de tiro cada seis meses
"La concentración es permanente y se debe saber salir de cada situación"
Los profesionales tienen que realizar un curso y poseer licencia de armas

La segunda operación buscaba neutralizar un vehículo que corta la ruta del coche principal para agredir al sujeto a proteger. "El equipo de escoltas percibe que va a pasar algo y es capaz de bloquear el ataque", explica el vicepresidente de la Asociación Española de Escoltas, Indalecio Tello. ¿Cómo? Con una maniobra de conducción evasiva marcha atrás dando un giro de 180 grados para que el coche pueda redirigir su ruta en sentido opuesto.

La tercera maniobra coordinada y recreada por el grupo de escoltas reproducía un ataque en emboscada organizada con un coche. De vehículo salían dos individuos que portan armas largas (tipo metralleta), mucho más precisas. Los escoltas logran atravesar el motor de un tiro -en esa ocasión usaron armas de fogueo- para inutilizar el coche de los sospechosos. La "evacuación" de su protegido se completa en apenas segundos con éxito. La clave de la misión está en mantenerle siempre "fuera del ángulo de tiro" de los agresores, indica Tello.

Los escoltas españoles realizan habitualmente ejercicios como éstos para preparar su trabajo y poder dominar las situaciones que se les pudieran presentar. Lo más importante es la coordinación del equipo y el número ideal de escoltas, según Tello, para proteger a una persona está "entre dos y tres". Uno ejerce de jefe de escolta, y suele ser el que está más cerca del protegido. Se encarga del controlar lo que ocurre a izquierda y derecha. El escolta que va de copiloto, el ángulo de 180 grados que abarca con la mirada y un tercero, en otro coche que circula tras el principal, custodia la parte trasera. Siempre van conectados con walkies y otros dispositivos de comunicación.

"A diferencia de otros cuerpos de seguridad", recalca Tello, los escoltas deben pasar cada seis meses pruebas de tiro. "Si nos las pasan se les quita la licencia de inmediato. Solo ocurre algo así con los pilotos de Iberia, que también pasan exámenes cada seis meses", apunta Tello. Los tests se dividen en dos partes. Por un lado, los escoltas deben disparar con precisión a una silueta de 1,20 metros a 25 metros de distancia. Por otro, deben dominar el disparo "intuitivo". Es decir, tirar a dos siluetas cuando suena una señal acústica. El objetivo es realizar los disparos en tres segundos.

¿Qué requisitos son necesarios para ser escolta? En primer lugar, debe realizarse un curso de 240 horas en un centro formativo de seguridad y realizar una prueba teórica y práctica que exige el Ministerio del Interior. También deben tener la licencia de armas tipo C. Es decir, cortas, tipo 9 milímetros Parabellum. Respecto a la conducción evasiva, Tello señala que aún no hay una reglamentación al respecto que indique si esa titulación es preceptiva o no. Hay quienes realizan por su cuenta cursos específicos.

Respecto al aspecto psicológico de su labor, Tello señala que "hay que estar permanentemente concentrado y no despistarse con nada. Lo fundamental es saber cómo salir de la situación. Los actores se saben la teoría de estas maniobras porque las realizan en algunas escenas en el cine, pero en la realidad no todo es la teoría".

Los escoltas que realizaron ayer los ejercicios no se conocían, pero se coordinaron de forma eficaz -lo habitual es trabajar siempre con el mismo equipo-. Hay diferencias entre profesionales de distintos países. Mientras los escoltas españoles practican siempre con vistas a entornos urbanos, los portugueses, lo hacen en "zonas de peligro", como algunos enclaves de África porque en el país vecino apenas hay demanda de escoltas privados para políticos o empresarios, indicaron profesionales portugueses.

Una cita de apoyo a los escoltas vascos

Cada dos años se celebra este congreso, que reúne a escoltas y fuerzas de seguridad, empresas del sector con el objetivo de llegar a puntos de encuentro y contrastar ideas. La cita combina un carácter institucional y lúdico. En esta edición, celebrada en el Palacio Euskalduna de Bilbao, se han centrado en la disminución de la amenaza terrorista, los recortes del servicio, las alternativas de futuro para la profesión.

En el acto de inauguración estuvieron presentes representantes de la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía, la Ertzaintza, la Policía Municipal de Bilbao y del Ayuntamiento, así como el secretario de organización del PSE-EE, Alfonso Gil.

La primera jornada del congreso, que termina hoy, acogió la Asamblea General Ordinaria de la Asociación Española de Escoltas (ASES). Entre los puntos más importantes tratados ayer en la asamblea se trató la obtención de la portabilidad de las armas fuera de servicio. También fue reelegido el cuerpo directivo por unanimidad.

Al margen de la exhibición, que se repetirá hoy con los profesionales portugueses a las 13.30 en Botica Vieja, ayer tuvieron lugar dos mesas redondas. Una, sobre la colaboración entre fuerzas de seguridad y la legislación aplicable al sector, y otra dedicada a la adaptación a los nuevos retos nacionales e internacionales. Hoy a las 10 se tratará el camino a recorrer en lo que respecta al empleo internacional y, a las 11.30, la protección en el País Vasco y Navarra.

La ASES agrupa al 80% de los escoltas privados en España y mantiene "líneas de colaboración y acuerdo con numerosas entidades nacionales e internacionales". El colectivo de escoltas está integrado por 5.000 profesionales, de los cuales 2.400 desempeñan su labor en el País Vasco y 700 en Navarra. En el último año y medio se han perdido 600 puestos de trabajo en Euskadi. "La situación especialmente difícil que está viviendo la profesión en Euskadi", con una reducción de otros 1.200 hasta final de año, ha sido el motivo por el que la cita ha tenido lugar en Bilbao.

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