Las cajas catalanas ocultan sus planes al Parlamento autónomo

En una experiencia inédita, las cinco cajas catalanas comparecieron ayer en la Comisión de Economía del Parlamento de Cataluña en una sesión que duró casi cinco horas. No acudió ningún presidente ni consejero delegado, sino segundos espadas que repasaron sus estrategias desde que estalló la burbuja financiera, pero sin desvelar sus planes de futuro.

Ni siquiera los representantes de Catalunya Caixa y de Unnim, que hoy deben presentar su estrategia de recapitalización ante el Banco de España. Se les exigen 1.700 y 650 millones de euros, respectivamente para que su nivel de capital alcance el 10%.

El director de Unnim, Albert Renté, repasó el proceso de integración de las Cajas de Sabadell, Manlleu y Terrassa, pero no aclaró de donde provendrá la necesaria "ayuda complementaria". Sí anunció que estudian "con cautela, algún compañero de viaje no especulativo", pero no descartó recurrir al Fondo de Reestructuración de Ordenación Bancaria (FROB) como última opción. "De alguna forma saldremos adelante", concluyó.

El jefe de su Servicio de Estudios de Catalunya Caixa, Xavier Segura, también mencionó la "oportunidad de recurrir al FROB", de la entidad resultante de la fusión de Caixa Catalunya, Tarragona y Manresa, y recordó que sus intereses son del 7,5%.

Los diputados Salvador Milà, (ICV-EUiA) y Jordi Cañas (Ciutadans) fueron los únicos que invitaron a los representantes de las cajas a hacer autocrítica sobre su papel en la burbuja financiera. "Algo tendrán ustedes que ver con lo que ha ocurrido", espetó Milà al subdirector general de La Caixa y economista jefe, Jordi Gual. Cañas también recordó a Xavier Segura que los directivos "se llevaron la mitad de lo que ganó la entidad en 2010", a lo que el banquero replicó que esas retribuciones "están por debajo de la media del sector".

En lo que coincidieron todos los grupos fue en reclamar a las entidades que vuelvan a abrir el grifo del crédito para particulares y empresas,