Chamizo abre una queja de oficio para interceder por el preso más antiguo

El defensor del pueblo andaluz, José Chamizo, ha abierto una queja de oficio para pedir "vías alternativas" que permitan la salida de la cárcel de Miguel Francisco Montes Neiro, el preso común más antiguo de España. El reo, de 61 años e interno en la prisión de Huelva, está en huelga de hambre desde el lunes en protesta por su situación, que se resume en casi 35 años seguidos entre rejas al haber ido encadenando condenas por 24 delitos menores y cinco fugas.

La queja del defensor va, por una parte, dirigida a la prisión de Huelva, a la que ha pedido información sobre las condiciones en las que el preso cumple la huelga de hambre y los controles médicos a los que, supuestamente, se le somete. Además, Chamizo se ha dirigido a Instituciones Penitenciarias para pedir que se planteen opciones que permitan la salida de la cárcel del preso, que padece varias enfermedades graves.

"Jurídicamente sabemos que es difícil, pero se pueden buscar otras fórmulas, por ejemplo, una salida de la prisión por razones humanitarias", señala Chamizo. "Hay alternativas, como el tercer grado o el paso por un piso tutelado. Ya está bien de cárcel".

Esta no es la primera vez que la oficina de Chamizo investiga el prolongado encarcelamiento de este preso, pero sí que lo hace de oficio. Desde prisión, Montes Neiro ha escrito "muchas veces" al defensor, afirma Chamizo. La mayoría de las veces, pidiéndole que interceda con la Administración o los jueces para que le indulten o se le aplique el tercer grado. "Nunca hemos logrado nada. Siempre hemos chocado con el muro de la legalidad vigente", admite el defensor. En una ocasión, el preso escribió también a Chamizo para quejarse de la atención sanitaria que recibía en la cárcel.

El Tribunal Supremo tenía previsto estudiar a principios de abril el caso de este preso, pero no pudo resolver nada por falta de datos. La situación de Montes Neiro es la más llamativa porque acumula pequeñas condenas desde hace casi 35 años, pero Chamizo advierte de que no es un caso "excepcional". "Desafortunadamente, pasa con más frecuencia de la que parece".