A por los votos de los parcelistas

Las elecciones municipales en las capitales de provincia no se deciden solo por el resultado en el centro de las ciudades. Las periferias también cuentan. Y mucho. Córdoba tiene una de las poblaciones más particulares en el extrarradio, debido al fenómeno de las parcelaciones ilegales. Entre 6.000 y 7.000 viviendas se han ido levantando durante décadas en terrenos no urbanizables. Y sus problemas se han convertido en un elemento más del arsenal político. Especialmente cuando se acerca el momento de ir a las urnas. Y es que, como reconocen los propios parcelistas, los 15.000 ó 20.000 habitantes que viven en ellas (50.000 en el conjunto de la periferia) pueden ser determinantes en unos comicios reñidos como los que se avecinan.

Los mensajes de los partidos sobre las parcelas ilegales no entran en detalles

El último ejemplo de cómo las papeletas avivan el paso de ciertas decisiones se pudo ver hace una semana. La Gerencia Municipal de Urbanismo anunció que agilizará, de forma inmediata, los trámites para completar la regularización de aquellas parcelas que pueden encauzarse en un marco legal. Porque, hasta ahora, ninguna de las 42 urbanizaciones que pueden ser regularizadas ha logrado ser completamente legalizada. Los propietarios afirman que ningún banco les apoya para presentar el aval del 7% que se les requiere a la hora de ejecutar las obras de urbanización. Ahora, el Ayuntamiento, gobernado por IU en coalición con el PSOE, ha anunciado que aceptarán fianzas personales como declaraciones de la renta, IVA o títulos de propiedad, como aval.

Los votos de los parcelistas siguen siendo apetitosos. Pero los discursos han cambiado. Si en convocatorias anteriores algunos partidos se atrevían a prometer grandes soluciones de legalización, en esta ocasión las tesis no se salen del marco legal andaluz. "En estas elecciones municipales el tema de las parcelaciones tiene otro cariz. No es el centro del debate. Pero desde que entró en vigor el Plan General de Ordenación Urbana, que supuso un borrón y cuenta nueva, hablar de parcelaciones en Córdoba es algo diferente", dice el alcalde y candidato de IU, Andrés Ocaña. "Me parece bien que en cada renovación de corporación municipal los partidos les propongamos a los vecinos cómo entendemos sus problemas y qué soluciones proponemos. Pero siempre dentro de la legalidad y de lo que realmente es posible", sigue el alcalde.

"Otros años sí entraban con muchas promesas de vamos a hacer, vamos a hacer. Pero por mucho que se prometa que se va a urbanizar o que se va a legalizar, eso no sirve", apunta Emilio Góngora, vicepresidente de la federación de Asociaciones Vecinales Al Zahara, de Córdoba. "Porque solo puedes legalizar los que es legalizable, no se puede prometer que se va a legalizar todo porque es imposible, la ley no te lo permite", continúa.

Con respecto a las urbanizaciones que no son legalizables, como las que se encuentran en áreas de especial protección, como las del entorno de Medina Azahara, ningún partido plantea medidas milagrosas, pero tampoco expeditivas. Ni hablar de echar abajo casas que, en muchos casos, llevan décadas allí. El Ayuntamiento recuerda que las competencias para tirarlas son de los jueces.

Las propuestas acerca de estas parcelaciones ilegales se centran en meros mensajes voluntaristas que no entran en detalles. El PP, que hace un año ya hablaba de regularizaciones, se compromete a "culminar el proceso técnico de regulación de las parcelaciones existentes en Córdoba durante los próximos cuatro años". Esa tarea, que asumirá el Ayuntamiento, debe contar, dice el PP, "con la cooperación de los vecinos residentes en estas zonas con el objeto de definir planes basados en la austeridad".

Ante ideas de amplias legalizaciones, el alcalde Ocaña recuerda que la ley dice que no se pueden regularizar viviendas que, por ejemplo, estén en zonas inundables: "Tenemos la obligación de no buscar el aplauso fácil". El candidato del PSOE, Juan Pablo Durán, anuncia que garantizará la seguridad y salubridad de todas las parcelaciones.