Fisher rescata al Madrid en la montaña rusa
19 puntos del pívot funden al Caja Laboral
El cuajo competitivo del Baskonia se ha convertido en un aspecto inmutable. Los de Dusko Ivanovic se bastan para complicar la vida a cualquiera a pesar de sus limitaciones. La puesta en escena en la Caja Mágica no pudo ser más contundente. Barac y, sobre todo, Teletovic se comieron de salida a los pívots madridistas y martillearon ambas pinturas en defensa y en ataque. Entre ambos lograron 20 de los 41 puntos de su equipo antes del descanso y, ayudados por San Emeterio y Batista, echaron el candado al rebote.
El Madrid solo encontraba respuesta en los puntos y la vigorosa dirección de Sergio Rodríguez y en la fiabilidad de Carlos Suárez. Poco argumento para sostener la embestida del Caja Laboral. Mediado el segundo cuarto el marcador reflejaba la superioridad visitante con un esclarecedor 20-37. Ni Tomic, ni Reyes encontraban caminos en ataque ni soluciones en defensa.
REAL MADRID 76 - CAJA LABORAL 71
Real Madrid: Tomic (9), Sergio Rodríguez (16), Tucker (5), Carlos Suárez (8) y Reyes (10) -cinco inicial-; Fisher (19), Mirotic (5), Velickovic (1) y Llull (3).
Caja Laboral: Marcelinho Huertas (11), Oleson (1), San Emeterio (5), Teletovic (22) y Barac (9) -cinco inicial-; Batista (12), Ribas (5), Logan (6).
Árbitros: Juan Carlos Arteaga, Benjamín Jiménez, Pedro Munar. Sin eliminados.
Unos 5.000 espectadores en la Caja Mágica.
Pero algo tiene el grupo de Molin, tan imperfecto como voluntarioso, que es capaz de agitar cualquier partido hasta encontrar la tecla. Un parcial de 7-0 a la vuelta de los vestuarios ajustó los guarismos (39-41) y rearmó de confianza a los blancos que apretaron los dientes en defensa. Fisher agrandó su figura -19 puntos y 23 de valoración- y afinó la muñeca. Seis puntos consecutivos y un tapón de la torre estadounidense, devolvieron la ventaja a los blancos sellando la remontada con un aplastante parcial de 36-10. El impulso madridista, acostumbrado a vivir en la montaña rusa, dejó sonado al Caja Laboral. Pero, en un elogio de la imprudencia, los de Molin bajaron los brazos y encajaron otro parcial de 4-16 que les puso el susto en el cuerpo en el último minuto. No le llegó al Caja Laboral para rematar la sorpresa (76-71). Los blancos se recuperaban del patinazo de la jornada anterior en Zaragoza con otra victoria en el alambre. Llena de imperfecciones, cargada de mérito.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.