Horror y humor
Roman Polanski ya ha acabado de filmar Un dios salvaje. Polanski ha vuelto a ganar premios y pasear por las calles parisienses. Polanski es otra vez un cineasta de prestigio. Atrás han quedado sus días constreñido en el chalet de Gstaad tras su detención en el aeropuerto de Zúrich y la polémica sobre si debía ser extraditado a Estados Unidos. Pero antes del escándalo, antes de sus jaleos sexuales, antes del asesinato de Sharon Tate, había un Polanski juguetón, divertido, que disfrutaba con el horror y el humor. A aquella época pertenece El baile de los vampiros (1967), un cóctel a base de Transilvania, amor, persecuciones y chupasangres. El Círculo de Bellas Artes lo recupera el martes a las 22.00 (lo repite los días siguientes a diversos horarios) dentro del ciclo En los bosques de la noche: antología del cine de terror 1931-2008.
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