'Sálvame' da el 'sí' al PSC

Política y corazón se unieron ayer en Barcelona. El diputado socialista en el Parlament Jaume Collboni (jefe de campaña de José Montilla en las pasadas autonómicas), se casó con Óscar Cornejo, creador de programas como Sálvame o Aquí hay tomate. Poco tienen en común Montilla, expresidente de la Generalitat, con Belén Esteban, dejando de lado que el exlíder catalán fue entrevistado en La noria y la estrella televisiva sería la tercera fuerza política según un sondeo. Ambos se reunieron ayer, con otros 300 invitados, para la boda.

La barcelonesa plaza de Sant Jaume se llenó de curiosos. La más esperada, Belén Esteban, llegó cuando apuraba el mediodía, luciendo un traje morado con estampado de leopardo y un gran tocado negro. Muy aclamada, caminó junto a Mila Ximénez que, por el contrario, optó por una discreta chaqueta rosa. Los colaboradores de los programas de Cornejo centraron la atención. Sobrios los hombres: Jorge Javier Vázquez, conductor de Sálvame, apenas se dejó ver ataviado en gris; Risto Mejide añadió un pañuelo a su traje; Jordi González, de La noria, apostó por el azul, y dedicó la espera a charlar con Paolo Vasile, consejero delegado de Telecinco. Las mujeres se lucieron más: destacó la pamela de Lydia Lozano y los complementos fucsias de Karmele Marchante, que llegó tarde.

Las diputadas socialistas demostraron que no solo dominan el arte del traje de chaqueta. Despuntaron el tocado de Rocío Martínez-Sempere y el quimono de Laia Bonet. Montilla y el portavoz del PSC, Miquel Iceta, optaron por un sobrio traje. La originalidad vino del secretario general de UGT en Cataluña, José Maria Álvarez, con traje y zapatos rojos.

Durante la ceremonia, amenizada por un coro, las palabras corrieron por cuenta de los hermanos de los novios. Estos, que se conocieron en la Nochevieja de 2008, salieron emocionados, especialmente Collboni, que no soltó la mano de Cornejo. Muchos se quedaron esperando el beso final en la plaza. El banquete se celebró en el hotel Vela (de gran lujo): se sirvió caldereta con rape, y solomillo con nueces. La fiesta se alargó en el cabaret Berlín, ya sin Montilla ni Belén Esteban que, curiosamente, se fueron a la misma hora.

La boda mediática atrajo la atención de quienes pasaban por la plaza y eclipsó otros enlaces que se celebraban allí. Incluso uno de los novios, cuya unión se celebró antes de la de Collboni y Cornejo, tuvo que llamar la atención a los suyos para lograr una foto: "Mamá, ¡que yo también me caso!", gritaba en plena plaza.