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Cultura admite que paga la seguridad en Meirás pese a que la ley no le obliga

La Xunta mantiene en secreto el convenio con los Franco y la cuantía del gasto

Mes y medio después de que la Xunta firmase con los Franco el convenio por el que el Pazo de Meirás se abre al público cuatro días al mes, su contenido sigue siendo un secreto. El secretario general de la Consellería de Cultura, Antonio Fernández Campa, se comprometió ayer a facilitárselo a la oposición y ofreció los primeros datos. Entre ellos, que la Administración autonómica corre con todos los gastos derivados de las visitas guiadas, a pesar de que, como admitió el propio Fernández Campa, la ley no le obliga a ello.

El alto cargo de la Consellería compareció en el Parlamento para responder a las preguntas del PSdeG sobre el convenio, aunque su información se limitó a admitir que la Xunta paga la factura de las visitas guiadas y a facilitar un dato parcial de los gastos: 9.513 euros al año. Esa cantidad solo incluye la seguridad y "puede aumentar en función de las necesidades".

Fernández Campa declaró que la Xunta paga la factura a pesar de que en la Ley de Patrimonio Cultural de Galicia "no existe ninguna obligación" de hacerlo. Para justificarlo, apeló a la "singularidad" del inmueble, que abre sus puertas un día a la semana desde el 7 de abril, casi tres años después de que fuese declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Así, afirmó que el Gobierno gallego consideró "adecuado" asumir los costes de seguridad para "minorar los riesgos de deterioro del inmueble". "Sería absurdo forzar la apertura al público y poner en peligro la integridad" del pazo, añadió.

La diputada del PSdeG Concepción del Burgo, autora de la pregunta, denunció el "trato de favor" a la familia Franco que supone el convenio, y preguntó a la Xunta si va a pagar la vigilancia "en todos los BIC de Galicia". Del Burgo puso el ejemplo del alcalde de Melón, que ha solicitado a la Xunta que pague las visitas al castillo del Ayuntamiento.

El secretario general de la CVonsellería también confirmó que la Xunta se ha desentendido de las explicaciones sobre la historia del pazo que ofrecen los guías a los visitantes, en las que se ofrece al público una visión sesgada, inexacta e incluso censurada de la historia y de los elementos más destacados del monumento y sus jardines. "El texto de las explicaciones es de los propios guías", reconoció Fernández Campa, que recriminó al PSdeG que reclame que los guías "hablen de cosas que no están en la declaración de BIC".

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