Detenido el terror de las porterías

Era el hombre más temido por porteros de edificios y presidentes de comunidades de vecinos. Iliya, de 37 años, ha recorrido en los últimos meses toda la ciudad robando los pomos de latón de medio millar de viviendas y los embellecedores de los portales que iba encontrando a su paso. Llevaba un imán para desechar los que eran de hierro y no podía vender. La policía, que lo detuvo la semana pasada, calcula que Iliya despachó a una chatarrería de Móstoles 656 kilos de latón, con lo que ganó 1.713 euros. Un trabajador de ese establecimiento también ha sido detenido.

El saqueo estaba extendido por toda la ciudad. El robo se producía en horario laboral y a plena luz del día. Un vecino avisó a la policía de que un hombre, cargado de herramientas, estaba robando en las puertas de los edificios de la calle de Mataró, en el distrito de Fuencarral. En una calle próxima, los agentes de una patrulla consiguieron apresarle. Llevaba encima unos alicates y varios pomos. En el maletero de su coche encontraron medio centenar de todos los tamaños y formas, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

El arrestado conseguía 2,6 euros por cada kilo de latón que colocaba

Los pomos que robaba cuestan (nuevos) más de 150 euros, una faena para muchas comunidades de vecinos que en un solo mes tuvieron que comprar varios. El kilo de latón llega a valer hasta 2,6 euros en una chatarrería, donde están obligadas a exigir al que vende un documento de identidad y que especifique de dónde viene la mercancía. La policía descubrió que Iliya, de nacionalidad búlgara, los vendía en una chatarrería de Móstoles, en la autovía de Extremadura (A-5), según adelantó el periódico Abc. Lázaro, el perista de 47 años con el que trataba, dijo que Iliya llegaba con la mercancía robada, la pesaba y después le pagaba por ella 2,60 euros. El hombre fue detenido por un posible delito de receptación, que consiste en comprar material robado a sabiendas.

No es la primera vez que se detiene a alguien que ha hecho caja con los tiradores. A una pareja le encontraron 44 pomos que también vendía después en una chatarrería, donde se encontraron hasta 250 tiradores que habían sido sustraídos. Iliya, según los datos que meneja la policía, era mucho más voraz: se cree que robó 560 de ellos.

Las denuncias desde principios de años de un buen número de propietarios de inmuebles había puesto en marcha un dispositivo de vigilancia para atrapar a los ladrones, pues se sospecha que ya hay más personas que viven a costa de saquear pomos, barrotes y adornos de portales. Los distritos de Puente de Vallecas, Latina, Carabanchel, Vicálvaro y Bajaras están siendo los más afectados por esta vorágine, en la que están implicados muchos de los que se han dedicado estos años al robo de cobre, mucho más vigilado y controlado ahora, tras una orden del Ministerio del Interior. Un nuevo modelo de negocio subterráneo comienza a ver la luz.

Detenido Iliya, los presidentes de las comunidades de vecinos donde actuaba pueden respirar más tranquilos. No tendrán que exigir más derramas.