La gran muralla (bancaria) china
Santander y BBVA intentan hacerse hueco en el mercado financiero que más crece
Si algo tienen claro los dos grandes bancos españoles es que China es vital para ellos. "Sin el mercado chino no podremos seguir como uno de los diez primeros bancos del mundo", subrayó el año pasado en una entrevista Juan Rodríguez Iniciarte, consejero ejecutivo de Banco Santander. Esta entidad acaba de firmar un acuerdo en banca rural con China Construction Bank (CCB), la segunda entidad del país asiático.
No extraña que los bancos locales se hayan convertido en piezas codiciadas. China está a punto de convertirse en el primer mercado bancario del mundo (con una clientela potencial que viene a ser el 25% de la mundial) y un crecimiento del sector más que excitante. Estos últimos años, depósitos y activos crecen a tasas entre el 20% y el 30% al año. El problema es que el país, que entró en la OMC en 2001 (y tendrá que liberalizar su sector financiero), ni es Europa ni Latinoamérica. "Las posibilidades de implantación siguen siendo muy limitadas", asegura Natalia Aguirre, de Renta 4.
Santander acaba de firmar un acuerdo con un socio local en banca rural
Hay bastantes trabas. El desembarco costará más que en Latinoamérica
Ante este escenario, el BBVA y el Santander parecen haber reaccionado de distinto modo. La mayor flexibilidad del primero en su filosofía de expansión le permitió poner una pica en China; en 2006 firmó un acuerdo con CITIC Group mediante el que entró en el 5% del capital del China CITIC Bank, séptimo banco del país, y en el 15% de la filial internacional del grupo, CIFH (CITIC International Financial Holdings). Cinco años después, el acuerdo ya da frutos. El BBVA ha ido escalando posiciones y ahora tiene el 15% del CITIC y el 30% del CIFH, se sienta en los consejos de los dos bancos y ha puesto en marcha varias empresas mixtas y líneas de negocio en sociedad con su aliado chino. Además, cabe que el BBVA esté ganando dinero con la operación. Si bien ha pagado 3.000 millones de euros por los dos paquetes, solo el 15% del CITIC valía el año pasado ya unos 4.000 millones de euros. Pero si importante es la presencia en el CITIC, igual de decisivas son las empresas mixtas puestas en marcha en 2009.
Ese año los dos socios firmaron una joint venture en financiación de coches, con una inversión de 54 millones (35% del BBVA), y otra en banca privada (con el 20%), dos segmentos que van disparados en China. Las ventas de coches crecieron el 45% en 2009 y el 32% en 2010. En banca privada, un mercado de más de un billón de euros y 320.000 familias con más de un millón de dólares de patrimonio, las cifras son igual de apabullantes.
Las dos iniciativas fueron sucedidas de otro acuerdo para gestionar fondos de pensiones, otra actividad en auge. Solo en un año, entre 2009 y 2010, el patrimonio de estos fondos en China pasó de 129.000 millones a 183.000 millones de euros. No extraña que en el BBVA muestren el mayor interés por seguir consolidándose en el CITIC. De momento, según dicen en el banco, China estaría aportando en torno al 7% de los beneficios. Pese a estos resultados, "los inversores", asegura Fernando Fernández, de Inversis Banco, "siguen sin tomarlos muy en cuenta. Hasta que no haya una operación de gran calado lo de China no va a cotizar".
Mientras, el Santander parece rezagado. Su desembarco en China es modesto. La entidad va a crear en sociedad con el China Construction Bank (CCB) -segundo del país-, un banco especializado en mercados rurales que proyecta abrir 100 sucursales en pequeñas ciudades del interior. Este, que invertirá 380 millones de euros en una primera fase, será en un 80,1% del CCB y en un 19,9% del Santander. De hecho, el banco español no ha informado oficialmente de la operación, que se ha conocido a raíz del envío de la información por parte del CCB al regulador bursátil. La idea entre los analistas es que el Santander (con una oficina de representación y dos sucursales en el país) ha dado impresión de menor firmeza que su rival en el abordaje del mercado chino. En tanto que en el BBVA consideran China como una apuesta estratégica, en el Santander resaltan que el banco ha hecho muchas adquisiciones, que necesita consolidar.
En 2007 el Santander mostraba mucho interés por China y el propio Emilio Botín declaraba en una junta de accionistas que tenía "varias operaciones en estudio", para replegar velas al año siguiente. A finales de 2008 Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente del banco, descartaba inversiones en el sector bancario en China hasta que "las autoridades acometan cambios en el tema financiero", lo que hacía de esa posibilidad "algo lejano".
Natalia Aguirre atribuye ese escaso interés del Santander "a la dificultad de comprar bancos en China, lo que te obliga a asociarte con un operador local, algo que no es su estilo". Lo que sí parece es que habría hecho algunos intentos. Botín sí ha mostrado mucho interés por China, ha viajado allí con frecuencia y ha promovido iniciativas diversas, algunas en el campo universitario y académico: en 2008 y 2010 firmó acuerdos con varias universidades del país, entre ellas programas de intercambio de estudiantes.
El problema es que el abordaje del mercado bancario chino no resulta sencillo. Sus bancos se han convertido en huesos duros de roer. "Además de las restricciones legales, que fijan el tope de participación extranjera en el 20%", explica Amadeo Jensana, responsable de Economía de Casa Asia, "muchos bancos aún siguen bajo control público". Es el caso de los cuatro grandes -ICBC, CCB, ABC y BC-, controlados por el Estado. Además, la banca china ha crecido tanto que sus precios están desbocados, lo que dificulta la entrada por parte de otros bancos. De hecho, es más probable que aquellos acaben entrando en el capital de los bancos occidentales, que viceversa.
De los 10 primeros bancos del mundo, medidos en valor bursátil, cuatro son chinos. El primero, el
ICBC (Industrial & Commercial Bank of China), que acaba de estrenar oficina en España; con 16.500 oficinas en China, valía 216.000 millones de dólares en 2010. En segundo lugar viene otro chino, el CCB (China Construction Bank), que valía 196.000 millones. En comparación con estos dos, el Santander o Citigroup, quedan pequeños.
Todo ello explica que la banca occidental no termine de consolidarse en el país. Pese a que algunos bancos han logrado acuerdos similares al del BBVA con el CITIC, como es el caso del HSBC, que tiene el 20% del Bank of Communications, o del Citigroup, que adquirió una entidad de Guandong, la cuota de la banca extrajera en China no superaría, según Finance Sia Partners, el 3% del mercado. La progresión de la gran banca española en el país no parece, pues, que vaya a ser tan fácil como en Latinoamérica o Estados Unidos. "De todos modos", apunta Jorge Lage, de CM Capital Markets, "ante la dificultad de comprar, este tipo de alianzas conjuntas son un buen comienzo. Así hemos empezado en Latinoamérica". -
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