El Interior
Rubalcaba. La razia de la crisis no ha zapateado del todo a la España socialdemócrata. Los que ya otean el poder tienen las encuestas como una superstición y se han puesto nerviosos con el repique demoscópico de un fonograma: Ru-bal-ca-ba. En la cucaña mediática de la derecha, cada cual ha conseguido sacar lo peor de sí mismo. Han llegado a escribir que entró en la UCI para estirar las arrugas. Y que está más cerca de los asesinos que de los asesinados. Precisamente él, que está poniendo fin a una era del crimen. Estos obsesionados con el ministro de Interior tienen un problema: su propio interior. Gallego. Aznar elogia los atributos de su sucesor Rajoy, pero con una limitación: su condición de gallego. El humorista Chichi Campos informaba de la existencia de una clínica suiza donde te operaban "de gallego" y salías convertido en gallo fino. Mariano todavía está a tiempo. Otros estamos perdidos. Un gallo ilustre me despacha como "gallego". Menos mal que un tercero entró en discordia: "Azúa es Dios y Rivas un gitano". Dios lo bendiga. Lo Spagnoletto. Hay que ir a ver a José de Ribera al Prado. Un canijo, El Españolito, del que se reían los napolitanos. Un auténtico artista: un valent'huomo, como quería Caravaggio. Ambos tomaron como modelos mendigos y putas para las escenas santas. Había que competir con la Commedia dell'Arte. Hasta los predicadores para llamar la atención del público agitaban el crucifijo: "¡Este es el verdadero Polichinela!". Milagro. Ourense es la provincia con la mayor caída demográfica de España, lo que no impide que se multiplique el censo en vísperas electorales. Son cientos de nuevos votantes en medio centenar de municipios. Queda demostrado que la realidad nada tiene que ver con la verdad. Dicen que el autor de este prodigio radica en la Diputación. ¿Quién fue el tarugo que anunció la muerte del realismo mágico?
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