"Nuestras relaciones exteriores deben responder a intereses reales"

El todavía director -en funciones- del Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed), Senén Florensa (Valls, 1950) ha pasado a dirigir la política internacional de la Generalitat desde la secretaría de Asuntos Exteriores, que con el Gobierno de Artur Mas ha vuelto a depender directamente de Presidencia. Dos son las prioridades del Ejecutivo, explica: Europa, razón por la que Mas visitó recientemente Bruselas y se entrevistó con el presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, y Marruecos, que será el primer viaje oficial del presidente, probablemente a finales de verano. Diplomático de carrera, Florensa es un gran conocedor del mundo árabe y, entre otros destinos, ocupó la Embajada de España en Túnez entre 2000 y 2004.

"No necesitamos oficinas cuya finalidad sea su propia existencia"

Pregunta. La proyección exterior de la Generalitat ha dado ciertos bandazos. ¿No le parece?

Respuesta. Las maneras de organizarlo han ido cambiando, pero yo no me centraría tanto en la acción exterior de la Generalitat, como en la proyección de Cataluña, en el sentido de que nuestra labor es ayudar a la sociedad y especialmente a las empresas a encontrar espacios para su actividad, y más ahora cuando la prioridad es la lucha contra la crisis. Hay que hacer un esfuerzo de conceptualización sobre lo que deben ser nuestras relaciones exteriores para que respondan a intereses reales, los que determinan la geografía, la orografía, la historia, los flujos comerciales, las comunidades que se asientan sobre el territorio, etc. De este análisis debe salir una postura de país, que debe ser consensuada y no debe cambiar con cada Gobierno.

P. ¿Es un replanteamiento respecto al modelo anterior?

R. Yo no miraría atrás, sino adelante. En estos momentos, como lo marcó el presidente Mas en su discurso de investidura, la prioridad es la lucha contra la crisis y habrá un acento muy económico en la acción exterior. El sistema diplomático está cambiando, se acaba la época clásica de los Estados nacionales y sus diplomacias y emerge uno europeo con un alto nivel de competencias. Nosotros tendremos que incidir en el sistema exterior de relaciones de la UE para que su acción, por ejemplo en el Mediterráneo, responda a nuestros intereses.

P. ¿Como un lobby?

R. Sí, como un lobby oficial. Habrá otros temas que son competencia del Gobierno central español y lo que tendremos que hacer es participar en la formación de la política exterior española creando el ambiente necesario para favorecer nuestros intereses, como hemos hecho, por ejemplo, a través del IEMed. Y por supuesto aprovechar el campo competencial de la Generalitat.

P. ¿Va a remodelar la red de delegaciones?

R. Ahora no es el momento de ampliarla ni de aumentar los recursos. Aún no he visitado ninguna de nuestras oficinas en el exterior, pero tengo claro que hay que primar la eficacia. No tienen que ser oficinas o delegaciones cuya finalidad sea su propia existencia; tendrán que demostrar su rentabilidad para el país para justificar su existencia. Y si se viera que hay una que no sirve para nada, pues deberíamos plantearnos qué hacer con ella. Yo creo que las que hay ahora están bien colocadas en los sitios que son prioritarios.