El emperador de Japón se pone a la altura de sus súbditos
En otro inusitado gesto de cercanía a su pueblo, el emperador Akihito, que el día 16 se dirigió por primera vez a la nación a través de la televisión para pedir a los japoneses que no se dieran por vencidos, visitó ayer, junto a la emperatriz Michiko, un centro de evacuados por el seísmo.
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