Luis Bárcenas niega ante el juez ser el L. B. del 'caso Gürtel'

El extesorero del PP Luis Bárcenas negó ayer durante casi cuatro horas de declaración ante el juez instructor del caso Gürtel, Antonio Pedreira, las acusaciones de cohecho y fraude fiscal que se le imputan. Bárcenas aseguró que no es el L. B. que aparece en la contabilidad B de la trama corrupta y criticó los informes policiales incorporados al sumario del caso: "Son inconexos. No aportan ninguna prueba. ¿Por qué la policía no investiga a otros Luises que aparecen en otros informes?", preguntó. El extesorero del PP también acusó al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, de ser "más complaciente con Bono" que con él.

Bárcenas negó haber favorecido con contratos a las empresas de Francisco Correa, cabecilla de la red Gürtel (en prisión) y aseguró haber pagado de su bolsillo los viajes que, según los informes de la investigación, corrieron a cargo de la trama. El exsenador popular acudió ante el juez con recibos con los que intentó rebatir estos informes, como el de la Brigada de Blanqueo de Capitales de la policía, fechado el pasado 24 de marzo, que sostiene que Correa le pagó -a Bárcenas y a su familia- viajes de placer por valor de 133.262 euros entre el año 2000 y el 2004 a Cuba, México e Italia, entre otros. La policía cree que el extesorero obligó a la red Gürtel a emitir facturas como si hubiese pagado esos viajes.

Asegura que él aconsejó a Rajoy romper con las empresas de la red

Bárcenas se mostró ayer reacio a justificar alguno de esos viajes. "No tengo por qué dar explicaciones", dijo, cuando le preguntaron por uno a Alaska por 20.000 euros. "Me gustan los deportes de riesgo", añadió. Declaró que dejó de ser amigo de Correa en 2004, motivo por el que aquel se refería a él como "Luis el cabrón", y que aconsejó al líder del PP, Mariano Rajoy, romper relaciones con las empresas de la red. Según Bárcenas, este, al contrario que el Gobierno de Camps, lo hizo.