El estigma de El Algarrobico
El alcalde Cristóbal Fernández, indultado por el Gobierno, repite como candidato
Su gestión ha sido varias veces cuestionada por los tribunales. Su nombre va unido indefectiblemente al de El Algarrobico, símbolo de las tropelías urbanísticas de la costa española, y fue condenado por un delito electoral y luego indultado por el Gobierno. Cristóbal Fernández (PSOE) no se va, y repetirá como cabeza de lista a la alcaldía de Carboneras (Almería), Ayuntamiento que preside desde hace 28 años. En febrero dijo que lo dejaba, que había llegado el momento de la "renovación y de apostar por nuevas ideas y personas para continuar el proyecto socialista con nuevos bríos".
Pero repite. Esos nuevos aires, sin embargo, sí afectan al resto de la lista, según aprobó este fin de semana la ejecutiva local del PSOE. La renovación parece forzosa. Actualmente, tres de los siete concejales socialistas de Carboneras están imputados por un presunto delito electoral por hechos que ocurrieron en las municipales de 2007. Como Rosario Fernández, hermana del regidor, primera teniente de alcalde y secretaria de la agrupación municipal socialista de esta localidad.
El alcalde está indultado después de que el Supremo le condenara con sentencia firme por otro delito electoral, también junto a su hermana. Ha sido ella quien le ha rogado que encabece la lista socialista después de que Ginés Navarro, elegido sustituto de Cristóbal Fernández, anunciara su retirada por motivos de salud. "Lleva toda su vida en la política y para él, el partido, está por encima de todo", argumenta Rosario Fernández.
Cristóbal Fernández decidió ampliar los límites del término municipal sobre suelo del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar y dio licencia de construcción a Azata del Sol para construir en primera línea de playa un hotel en El Algarrobico, uno de los escasos rincones naturales sin ladrillo que pervivían en el Mediterráneo.
La ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, ha expresado su deseo de derribar el hotel. Pero el caso podría eternizarse en los juzgados después de que el magistrado Jesús Rivera, titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Almería, declarara en 2008 nula la licencia municipal y su decisión fuera recurrida por la promotora y por el Ayuntamiento de Carboneras. El Supremo debe decidir si admite a trámite los recursos.
El caso de El Algarrobico es para Carboneras como el accidente nuclear en Palomares para Cuevas del Almanzora. La ciudadanía está harta de escuchar su nombre. Además, no todos lo consideran delito medioambiental.
Salvador Alarcón, candidato por el PP a la alcaldía, defiende su mantenimiento, aunque sí apoya que se depuren responsabilidades. El hotel, dice, puede ser un "foco de creación de empleo y dinamismo". Piensa que Carboneras es la Cenicienta de la costa y que incrementaría el turismo.
El hotel, para Salvador Hernández, candidato por GICAR (Grupo Independiente por Carboneras), ha "dañado" la imagen del pueblo. "El hotel no va a quitar el hambre", dice. Su partido procede del GIAL de Juan Megino y en las anteriores elecciones obtuvo más votos que el PP, aunque igual número de concejales. Pese a la integración de GIAL en el PP, ellos no lo han hecho porque no proceden de las filas populares. "Somos un grupo de jóvenes que nunca hemos pertenecido a ningún partido", y con clara vocación de "obtener mayoría suficiente para gobernar".
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