El tapado era Petrov
La tercera posición del ruso da alas a Renault, trastocado por el accidente de Kubica
"¿Conociendo la calidad de Robert [Kubica], este podría haberlo hecho mejor?", se preguntó Eric Boullier, director de la escudería Lotus Renault ante las cámaras de la BBC. "No quiero especular sobre esa ni otras hipótesis. Necesitamos pensar solo en el futuro y en que pueda volver a estar aquí".
Boullier lo tenía claro. Es probable que con Kubica, que sufrió un accidente en un rally en Italia en febrero y se perderá todo el Mundial, el equipo Renault hubiera estado luchando por la victoria con el mismísimo Vettel y su Red Bull. Pero no quiso decirlo. No quiso quitar brillo bajo ningún concepto al podio que acababa de conseguir el piloto ruso Vitaly Petrov, el primero de la escudería francesa desde el pasado mes de agosto, cuando Kubica concluyó en Bélgica en tercera posición.
"Debía madurar como piloto; tuve que ponerle mucha presión", dijo Boullier
James Allison, un ex de Ferrari, acertó en el diseño del innovador escape de R31
Que su teórico segundo piloto se subiera al tercer escalón del podio fue un éxito incuestionable para Lotus Renault. El mismo Boullier había estado afirmando al final de la pretemporada que su coche estaba por encima de Mercedes y de McLaren y que sus auténticos rivales eran Red Bull y Ferrari. Sin embargo, lo decía con la boca pequeña creyendo que, tal vez, estaba yendo demasiado lejos en sus afirmaciones.
La primera carrera del año le dio la razón. Probablemente, McLaren les sorprendió, como a todo el mundo. En cambio, Ferrari estuvo claramente por detrás de ellos. Renault dejó de ser un coche de segunda fila y recuperó de golpe el prestigio que había puesto en entredicho entre las temporadas 2007 y 2010, justo después de que Fernando Alonso ganara con ellos sus dos únicos títulos mundiales en 2005 y 2006. Y Petrov no solo potenció su autoestima sino que se ganó el reconocimiento de sus jefes, que durante el invierno se habían planteado incluso dejarle sin volante. "Hizo algunas buenas carreras el año pasado, pero cometió muchos más errores. Tuve que ponerle bajo presión", explicó ayer Boullier. "Pasé mucho tiempo hablando con él, tratando de que entendiera por qué había fallado. Le ayudamos a mejorar su comunicación con los ingenieros para que pudiera aportar sus ideas y para que supiera lo que la escudería esperaba de él".
"Debía madurar como piloto", agregó Boullier. Ayer lo hizo. Corrió de forma increíble desde que en la salida superó a Button y a Alonso para encaramarse a la cuarta posición y ascender a la tercera cuando Webber cambió neumáticos. De partir en sexta posición, se vio con posibilidades de podio casi sin tener tiempo de asumirlo.
"Hice una buena salida y eso determinó toda mi carrera", indicó Petrov, el primer ruso de la historia que sube al podio en la F-1. "Porque eso me permitió coger aire fresco y apretar fuerte". Sin embargo, se ruborizó cuando le preguntaron si este podio le convierte en número uno de su equipo. "No creo que deba responder eso", titubeó. "Ustedes lo han visto... Sí".
Su jefe, Boullier, no estuvo de acuerdo. "No podemos colgar esa etiqueta a un piloto que no lleva más que un año en F-1. Pero me gustaría que tomara esta responsabilidad... y que nos diera una satisfacción similar cada semana".
Eso no será fácil. El salto cualitativo de Renault está ya fuera de toda duda. Su director técnico, James Allison -que estuvo en Ferrari con Brawn y Schumacher hasta 2004- y su equipo de ingenieros acertaron en el diseño del R31 y aportaron la mayor innovación de esta temporada: los escapes hacia delante, con salida ante los pontones, dirigiendo el aire hacia atrás. "De esta forma consiguen que se generen dos corrientes laterales de aire caliente que dirigen todo el aire frío de debajo del coche hacia el difusor y generan una depresión que succiona el coche hacia el suelo. Es como si actuara una especie de doble difusor", explica Martín Clerch, un ingeniero español que colabora con muchos equipos de F-1.
Renault vuelve a estar en la palestra. Tal vez no para ganar títulos y carreras, pero sí para entrometerse en la lucha por el título. La cuestión es saber si Heidfeld estará a la altura y si Petrov podrá repetir su gesta.
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