Segregación empresarial
Razones económicas o de eficiencia pueden motivar que una empresa decida "fragmentar" su actividad en distintas unidades empresariales plenamente autónomas. Si las entidades resultantes constituyen unidades económicas independientes, capaces de ofrecer bienes y servicios al mercado por sí mismas, la operación será plenamente válida a los "ojos" del sistema jurídico laboral, quedando los trabajadores integrados en las nuevas empresas, sin que puedan objetar nada al respecto.
El proceso de descentralización productiva o segregación de actividades inicialmente desempeñadas por una empresa matriz tiene su apoyo constitucional en el derecho a la libertad de empresa, que puede colisionar con los derechos de los trabajadores. La ley legitima, sin embargo, la posibilidad de modificar la persona del empresario bajo la figura de la "sucesión de empresas". El nuevo empresario quedará subrogado en los derechos y obligaciones laborales y de Seguridad Social del anterior, sin que se produzca la extinción de las relaciones laborales de los trabajadores.
Para que tal sucesión sea legítima se exige que "la transmisión", la segregación en este caso, afecte a una entidad económica que mantenga su identidad, entendida como un conjunto de medios organizados para llevar a cabo una actividad económica, esencial o accesoria.
El Tribunal Supremo ha ratificado recientemente la decisión adoptada por un medio de comunicación nacional de dividir su actividad en unidades más pequeñas a fin de adecuar su organización productiva a las realidades de un mercado que le estaba siendo adverso. La empresa se articulaba sobre un modelo organizativo que no se correspondía con la idea de una organización empresarial sostenible. La iniciativa estaba provocada por una situación económica nada positiva, que motivó la búsqueda de un sistema más eficiente. Consideró la Sala que las nuevas compañías segregadas contaban con independencia organizativa y funcional, constituyendo un conjunto de medios organizados y explotaciones económicas autónomas, capaces de ofrecer bienes y servicios al mercado.
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