¿Jugar al fútbol o preparar atentados?

"Quedamos a jugar al fútbol" significa en realidad en los códigos secretos de la yihad "quedamos para reunirnos en secreto y hablar de una operación terrorista". El futuro de Mustafá y Yusef Abderramán, hermanos de Hamed, el talibán ceutí ex preso en Guantánamo, y de otros seis procesados por presunta colaboración con banda armada depende en buena medida del testimonio de Mike Clarke, miembro del Royal United Services Institute de Londres y experto en claves yihadistas.

Clarke responderá a esta y a otras preguntas similares durante un interrogatorio por videoconferencia organizado por la juez de enlace en la capital británica en el marco de una comisión rogatoria solicitada por el juez Pablo Ruz, titular del Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional. Las conversaciones telefónicas intervenidas a los detenidos en Ceuta en 2006 durante una espectacular operación policial en la que participaron 300 agentes recogían esa y otras y frases supuestamente crípticas que, según informes de la policía, responden a los códigos secretos de los yihadistas.

Los detenidos en Ceuta fueron acusados de organizar ataques

El juez y el fiscal Carlos Bautista pidieron un informe sobre estas expresiones al MI6, servicio de Inteligencia exterior del Reino Unido que dirige sir John Sawers, pero esta organización ha declinado emitir su opinión y se ha limitado a recomendar como perito a Mike Clarke. Fuentes judiciales aseguran que el testimonio de este experto será clave para el futuro de los supuestos miembros de El Ejército del Mesías, los supuestos activistas procesados que establecieron su base en la mezquita Darkawia, en el convulso y humilde barrio ceutí de El Príncipe.

Según la policía, su objetivo era liberar Ceuta y Melilla del "dominio" español e iniciar la reconquista del Al Andalus por los musulmanes, una de los sueños de Osama Bin Laden. Mustafá Abderramán, de 34 años, escribió una carta dirigida a su madre, Sodia, en la que decía: "Alá me envió para luchar y ser sacrificado en su causa. Roguemos a Alá que acepte de nosotros el esfuerzo y que nos obligue a la sublimidad de su paraíso. No os aflijáis ni me lloréis. Siempre estaré en vuestros corazones". Se fotografió con una imitación de un rifle Kaláshnikov en sus manos, un pañuelo palestino y las Torres Gemelas a sus espaldas. "Mi hermano no está bien de la cabeza", reconoce Hamad, el ex preso en Guantánamo.

Un informe de la Comisaría General de Información de la Policía elaborado por un analista a petición del juzgado califica a los detenidos como una red salafista de base de Al Qaeda y adjudica a sus miembros algunos de los patrones de estos grupos. Entre ellos los que la CIA denomina códigos idiota para comunicarse entre los "hermanos". El analista destaca que los procesados quedaban en Ceuta a altas horas de la noche para verse y "jugar al fútbol" sin que lo hicieran ni fueran horas apropiadas para practicar este deporte e interpreta que "partido de fútbol" se refiere a "operaciones" y "equipo de fútbol" es en realidad "los hermanos".

El analista señala que los procesados detenidos en la Operación Duna empleaban muchas expresiones similares a las utilizadas por detenidos en otras redadas contra islamistas radicales como los de la Operación Sello, vinculada a huidos del 11-M, y la Operación Tigris, que enviaba yihadistas a Irak. Y cita frases como "ir a Francia", "coger el taxi", "casarse" o "estar enfermo", cuyo significado real reconocido en sus declaraciones a la policía y a los jueces eran "ir a Irak", "hacer una acción suicida", "morir en un atentado" y "estar detenido".

El informe dice que policialmente puede "aventurarse" la existencia de un grupo de palabras secretas y de su uso habitual entre yihadistas entre las que destacan: llover (estar vigilado), estar enfermo (la situación está mal), matrimonio (existen voluntarios), tener sequía (escasez financiera), aprobar (unión) suspender (desavenencias), aceitunas (balas), especias (explosivos) o frutos secos (donaciones).

Las dudas de la fiscalía y del juez sobre estas expresiones pronunciadas por los hermanos Abderramán y por los también procesados Abdelkrim Chaib Mohamed, de 34 años, Ahmed Abderrayat Laarbi, de 42, Karim Abdesalam Mohamed, de 36, Hiasin Mustafá Mohamed, Reduam Ahmed Abderramán, de 28, y Ahmed Mustafá Mohamed las aclarará Mike Clarke. ¿Respondían en esta ocasión a códigos secretos o no?

Un auto de Baltasar Garzón, basado en buena parte en el testimonio de un testigo protegido, acusó a los procesados de proyectar el asalto a un polvorín del Ejército y marcarse varios blancos entre los figuraban iglesias, el puerto de Ceuta y los ferrys que cubren la ruta con Marruecos y la Península. Marcos García Montes y Andrés Abadie, abogados de los hermanos Abderramán, proclaman la inocencia de sus clientes.