El PP se prepara para gobernar solo

El político siempre sostiene que la mejor encuesta es el escrutinio. Pero el PP de Almería no puede evitar su euforia, a menos de dos meses de las municipales, al imaginar que alcanzará la Alcaldía con una amplia mayoría. Además de la corriente general de apoyo a este partido, según los sondeos, se da la circunstancia de que la formación que le quitó los votos necesarios para poder gobernar en solitario durante las dos corporaciones anteriores acaba de firmar su integración en el PP. El partido de Juan Megino (GIAL) -alcalde de la ciudad por los populares entre 1994 y 1999- desaparece y todo indica que sus votos acabarán en el PP. El PP gana por partida doble: puede gobernar en solitario y acaba con un partido y un líder al que no supo dominar y que durante ocho años tuvo en su mano la concejalía que marca los designios de la ciudad: Urbanismo.

El electorado puede considerar que durante estos cuatro años se ha realizado una buena gestión, que no se han cometido errores graves o, al menos, no denunciados desde la oposición. El partido mayoritario de la oposición, el PSOE (11 concejales), reivindica la labor que ha realizado a pie de calle, en los barrios, pero buena parte de su esfuerzo lo ha invertido en disputas internas desde 2003.

A pocos meses de la celebración de los comicios, ya se urdió un complot para mover de la silla al portavoz del grupo municipal, José Antonio Amate, a quien el partido hizo un flaco favor trasladándole de la presidencia de la Autoridad Portuaria. Pasó a coger el incierto timón del grupo socialista en el Ayuntamiento. Las mareas se convirtieron en tsunami hace dos años con la sustitución de Manuel Chaves por José Antonio Griñán al frente del Gobierno andaluz, lo que multiplicó los grupos de actitud crítica con la actual ejecutiva y hubo que buscar a un candidato de consenso que trajera la calma. Y se encontró. El nombramiento de Juan Carlos Usero vuelve a sembrar la paz, al igual que ocurrió cuando asumió hace cuatro años la presidencia de la Diputación Provincial, fruto del pacto del PSOE con el PAL de Juan Enciso, alcalde de El Ejido.

Sabedor de que estas circunstancias le eran favorables, el PP solo ha tenido que esperar. Ha gobernado uno de los ayuntamientos más solventes del país, según reconoció la ministra Elena Salgado. El Consistorio ha manejado hasta 305 millones -con una población aproximada de 192.000 habitantes- y ha sabido sortear la crisis. Hacienda ha tenido al frente a uno de los delfines del alcalde, que ha realizado sonoros recortes en el gasto corriente (teléfonos móviles, papel, vehículos, protocolo), ha reactivado fuentes de recaudación directa (zona azul, vados y grúas) y mantiene a plazo fijo en diferentes bancos 30 millones de euros, el baúl con las monedas de oro que aún se conserva de la venta de parcelas en El Toyo, vergel selvático convertido en barrio de expansión de la ciudad gracias a la organización y celebración de los XV Juegos Mediterráneos Almería 2005.

El equipo de Gobierno no ha llevado a cabo líneas de trabajo que hayan marcado a la ciudad y tampoco se han acabado proyectos como los accesos a la capital, la creación de un palacio de congresos, la recuperación del cuartel de Defensa y otras actuaciones que la sociedad venía reclamando y por las que Almería ha perdido capitalidad frente a otras localidades de la provincia. Tan solo se ha conseguido sacar adelante el proyecto de soterramiento, aunque no en las condiciones deseadas por los populares. Porque ya no se hará la foto que desearía el PP en la que aparecería el alcalde, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, con Arenas y Rajoy como presidentes de la Junta y del Gobierno, rescatando a la ciudad del ostracismo en comunicaciones al que ha sido sometida a lo largo de su historia. Según los críticos, el PP habría intentado demorar el acuerdo al que se ha llegado hace escasos meses con los gobiernos socialistas supramunicipales.

El éxito del PP está, más que en la calle, en el suelo. El Ayuntamiento ha logrado que el elector vea movimientos de excavadoras cada día detrás de los carteles que publicitaban que se ejecutaban con dinero estatal y regional, detalles que no todos retienen en su memoria y que la mayoría añade a la lista de acciones del PP.