Estrategia dinamitada
La Junta de Andalucía ha tenido un grave foco de corrupción durante casi una década en la Consejería de Empleo, un caso que se ha conocido cuando el PSOE, partido gobernante en la comunidad en los últimos 30 años, presenta claros síntomas de agotamiento a la luz de las encuestas publicadas.
Cuando se conoció que el exdirector general de Trabajo Javier Guerrero había declarado a la policía que en los nueve años que ocupó el cargo (entre 1999 y 2008) manejó un "fondo de reptiles" para pagar prejubilaciones y ayudar a empresas -declaración de la que luego se retractó-, las alarmas saltaron en el Gobierno andaluz.
Hasta ese momento, el caso estaba circunscrito a las irregularidades detectadas en la empresa Mercasevilla y afectaban al Ayuntamiento hispalense. La extensión del escándalo a la Administración autonómica cogió desprevenido al Gobierno de Griñán, que abrió una investigación interna para averiguar la dimensión del fraude y ha ido trasladando esta información a la juez. Esta decisión causó malestar en algunos sectores del PSOE andaluz, que defendían que había que aguantar el tirón, esperar a que la juez llevara la iniciativa y ver hasta dónde llegaban sus pesquisas.
Con esta estrategia, Griñán, que vivió los escándalos del último Gobierno de Felipe González como ministro de Trabajo, intentó trazar una raya diferenciadora con el PP ante los casos de corrupción. De ahí los lemas acuñados por los socialistas, y repetidos hasta la saciedad, del "caiga quien caiga" y "la Junta de Andalucía descubre y limpia y el PP tapa y salpica".
La juez del caso ha dinamitado el principal argumento de defensa del PSOE al decir en un auto firmado el lunes que hay "cierta falta de colaboración" de la Junta en la investigación porque aún no le han llegado los informes de la Intervención que había solicitado. "El único tesoro que teníamos en este caso era el de la transparencia", afirmaba ayer un miembro del Gobierno andaluz.
La negativa del PSOE a aprobar una comisión de investigación en el Parlamento y el entrecomillado de la juez sobre la "falta de colaboración" de la Junta dan munición a Javier Arenas, que cada día insiste en que el Gobierno autónomo intenta tapar el fraude.
El choque de las estrategias de PSOE y PP se resolverá cuando la juez tenga toda la información que pide y aclare hasta dónde llega el caso. Al Gobierno andaluz sí le corresponde dirimir las responsabilidades políticas. Lo que es seguro es que la campaña electoral en Andalucía estará marcada por la carcoma de los ERE.
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