_
_
_
_
_

Sindicatos y Nueva Rumasa buscan un pacto para que cobren los empleados

El acuerdo incluirá reducciones de jornada y suspensiones de contrato

Nueva Rumasa se presenta como un grupo empresarial pero no es tal. Así que buscar soluciones para los graves problemas que atraviesa el conglomerado de la familia Ruiz-Mateos resulta más difícil. Para dar una salida a los trabajadores -que en algunos casos llevan hasta cuatro meses sin cobrar- ayer se reunieron responsables de los sindicatos (UGT y CC OO), del Gobierno y José María Ruiz-Mateos hijo, como representante de las empresas. Acordaron coordinar las regulaciones de plantilla que Nueva Rumasa va a llevar adelante.

Los ERE no contemplarán despidos. Consistirán en reducciones de jornada y suspensiones temporales de contratos, según contaron el secretario de Política Industrial de la Federación Agroalimentaria de UGT, Sebastián Serena, y su homólogo en CC OO, Jorge Tomé, al acabar el encuentro. En la cita también estaban presentes altos cargos del Ministerio de Medio Rural y Marino y del Ministerio de Trabajo, los dos departamentos del Gobierno más implicados en la crisis de Nueva Rumasa. Las empresas de la familia Ruiz-Mateos deben a la Seguridad Social unos 45 millones.

A partir de ahora, ambas partes elaborarán un protocolo que sirva de guía para todos los ERE (al no ser un grupo empresarial, no se puede negociar conjuntamente) y, si puede ser, para aquellas empresas de Nueva Rumasa que están en concurso de acreedores, un grupo al que ayer se sumaron Chocolates Elgorriaga y Trapa.

La intención de este principio de acuerdo, propiciado por el director general de Trabajo, Raúl Riesco, es buscar una salida rápida para los empleados de Nueva Rumasa que no perciben sus salarios (hay casos de hasta cuatro meses). De esta forma, los afectados por suspensiones temporales de empleo, que en principio serán de seis meses, aunque podrá llegar hasta un año, podrán pasar a percibir la prestación por desempleo.

Según los sindicatos, la dirección del grupo les ha informado de que el 90% de las empresas con retrasos en los pagos a proveedores entrarán en concurso. Por su parte, el consejero delegado de Nueva Rumasa, José María Ruiz-Mateos, precisó que de momento está previsto solicitar esta misma semana el concurso para las cuatro bodegas que tiene en Cádiz y para Hibramer, con lo que se elevarán a 10 las sociedades de la familia en suspensión de pagos (junto con Dhul, Carcesa, Clesa, Cacaolat y Queserías Menorquinas, las mayores del grupo en el sector agroalimentario).

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_