Márquez paga la novatada

El mundo motero entero alucinó el año pasado con Marc Márquez, el actual campeón del mundo de 125cc y el español más joven en lograrlo. Tras completar una temporada de vértigo, el joven piloto de Cervera, de 18 años, anunció su salto a Moto2 de cara a este curso. Su pretemporada fue de escándalo al extremo de que se convirtió en uno de los principales favoritos al título antes incluso de haber tomado parte en ningún gran premio. Ayer, toda su hinchada se convenció de que el nivel de exigencia y de dificultad ha aumentado considerablemente. En el Gran Premio de Portugal del pasado ejercicio, Márquez tuvo que arrancar el último (se cayó en la vuelta de calentamiento) pero superó a todos sus rivales a base de darle al mango y terminó ganando la prueba. Esa hazaña que logró en aquella ocasión parece imposible en Moto2 (por no hablar ya de MotoGP), donde un enjambre de 40 motos llega a la vez a final de recta y donde un error, por pequeño que sea, puede hacer que todo se tambalee.

Tras una mala salida y una remontada, el catalán se cayó en una curva

En el caso de Márquez, la pifia fue la salida, calamitosa, que le hizo perder hasta nueve posiciones (cruzó undécimo la primera vuelta) y le obligó a remontar. En cuatro giros recuperó cinco posiciones hasta colocarse el sexto, detrás del italiano Andrea Ianone, y en clara progresión. En ese momento (quinta vuelta), circulaba el sexto, a tres segundos y medio del líder y posterior ganador, el alemán Stefan Bradl, cuando entró demasiado rápido en una curva a la derecha, se le acabó el neumático y salió escupido por los aires.

"La culpa ha sido totalmente mía. He salido fatal y luego he querido remontar en cinco vueltas cuando tenía 20 por delante", dijo Márquez, que nada más recoger su moto de la grava, se fue caminando mientras se golpeaba la cabeza en un gesto muy definitorio. "Había practicado salidas pero me falta experiencia", zanjó el catalán.