El Madrid resiste a Agüero
Casillas frena al argentino y el equipo de Mourinho se impone a un Atlético con poco fútbol y muchos fallos
El enfermizo Atlético de las últimas temporadas sufre además de un mal de altura cuando se mide con el Real Madrid. El derbi capitalino se ha convertido en un clásico: victoria blanca. No hay trama, el Madrid lleva 23 encuentros de Liga sin caer ante su vecino. Anoche, el equipo de Mourinho se impuso en los dos partidos vistos en el Calderón. Ganó en el colectivo y también en el magnífico reto que mantuvieron Casillas y Agüero. El Madrid no acertó a cerrar el envite y el Kun dio vida al Atlético con un gol en el tramo final. Insuficiente para un equipo que fue siempre a rebufo de un rival sin hechizo, pero mejor forrado en todas las líneas. Solo titubeó al final, cuando le falló el depósito.
ATLÉTICO 1 - REAL MADRID 2
Real Madrid: Casillas; Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Xabi Alonso; Khedira, Lass (Arbeloa, m. 81), Benzema (Adebayor, m. 70), Özil; y Cristiano (Di María, m. 72). No utilizados: Dudek; Garay, Albiol y Granero.
Atlético: De Gea; Ujfalusi, Godín, Domínguez, Filipe Luis; Reyes, M. Suárez, Tiago, Elías (Koke, m. 46); Agüero y Forlán (Diego Costa, m. 79). No utilizados: Joel; Antonio López, Perea, Assunção y Juanfran.
Goles: 0-1. M. 11. Benzema pica el balón ante De Gea tras un pase al hueco de Khedira. 0-2. M. 32. Özil remata una jugada de Marcelo por la izquierda. 1-2. M. 86. Agüero bate a Casillas tras una pared dentro del área.
Árbitro: Fernando Teixeira Vitienes. Amonestó a Agüero, Ujfalusi, Lass, Marcelo y Xabi Alonso.
Unos 50.000 espectadores en el Calderón.
Con Lass, Khedira y Alonso, el Madrid tuvo superioridad en el mediocampo
Solo Reyes y el Kun remaron para el conjunto local, al que no le bastó la actitud
Mourinho optó por reforzar el dique con Lass y Khedira por delante de Alonso, cada uno a un costado del donostiarra. Consiguió el efecto que seguramente buscaba y fue devastador para el Atlético. En sus 58 alineaciones con el Atlético, Quique Flores no ha dado con muchas teclas, sobre todo defensivas, por la poca aptitud de sus zagueros y por el barbecho del mediocampo, donde solo Tiago y Mario Suárez ocupan el macizo central. El primero no tiene marcha atrás, pero apenas pesa en el ataque porque el Atlético solo se ilumina cuando Reyes y Agüero ponen el intermitente. El segundo, Suárez, solo está para el tajo, pero a este Atlético no hay quien le defienda. Por si fuera poco, con Alonso, Lass y Khedira enfrente, el Atlético se quedó en inferioridad en el eje. Era tal la ventaja madridista que el francés y el alemán pisaron el área de De Gea más que en toda la temporada. Además, Lass, de falta en falta, tuvo la bendición de un árbitro que sacó a todos de quicio.
El protagonismo inicial de Khedira fue elocuente. Los rojiblancos no contaban con él y nadie le cerró el paso hacia De Gea. Hasta que Khedira sufrió una inopinada mutación. Hace años, muchos años, que el Madrid obra milagros en el Manzanares: el alemán recibió un pase en el balcón del área y entre una selva de rojiblancos filtró un pase propio de Özil para Benzema. El francés definió como un orfebre. Sin Higuaín y con Cristiano dolorido, el mejor Benzema no ha podido ser más oportuno. Su graduación es indiscutible.
Al gol visitante respondió el Atlético con lo que tiene: Agüero y Reyes. Dos satélites, sobre todo el Kun, en un equipo desértico. El primer tanto madridista dio paso a un pulso entre Agüero, una vez más muy por encima de su equipo, y Casillas, que siempre está cuando se le espera. El capitán del Madrid hizo capitular al Atlético, que tuvo sus momentos antes y después del gol de Özil.
El Madrid avanzaba hacia De Gea con una facilidad pasmosa, como le gusta, a toda pastilla. Una tortura para los defensas rojiblancos, que se hacen un ovillo ante cualquiera. Más aún ante futbolistas como Marcelo, que hizo un nudo por la banda izquierda a Mario Suárez y asistió a Özil, cuyo remate solo resultó alarmante para De Gea, que hizo un escorzo innecesario. Dos a cero y de nuevo otro partido desigual: Agüero contra el Madrid. El empeño del argentino resultó conmovedor. En este Atlético es un futbolista contracultural, la única ventura de un equipo que lleva mucho tiempo entre tinieblas, sin dar con el molde, con demasiadas tachas en su brillante historial. Hay casos sintomáticos. El último, el de Elías, que dejó el partido sin una huella, sin que nadie advirtiera su presencia. Quique, al contrario que a gente como Juanfran, le da carrete sin que se sepa muy bien por qué ni para qué. Recién llegado y en un equipo sin brújula, el brasileño es un errante. Marchitado Forlán, todo recae en el Kun y los auxilios de Reyes.
Así, cómo no, por la vía de Agüero, soñó el Atlético en los últimos minutos. Casillas a punto estuvo de frustrarle por enésima vez y fue capaz de acariciar el fenomenal disparo cruzado de la estrella del Manzanares. No le alcanzó. Este Atlético está muy lejos de este Madrid, que ni siquiera necesitó de su mejor versión y ya está 34 puntos por delante. Cuatro enfrentamientos esta temporada y cuatro triunfos del Madrid. Una trayectoria cruel para la hinchada rojiblanca, que ante su gran rival ha metabolizado el pesimismo hasta el hueso y la tomó de forma muy fea con insultos contra Marcelo y Cristiano. Lo contrario que el Madrid, que disfruta como nadie en el Manzanares por mucho que termine agotado y contra las cuerdas como ayer.
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