Casillas también juega

Casillas también juega. Y eso que su entrenador, José Mourinho, en uno de sus ataques contra los que "manejan" los calendarios para perjudicar al Madrid, había dicho, desafiante, que para el derbi le dejaría en casa. "Quieren acabar la Liga la semana que viene. Igual les ayudo", espetó hace una semana. "Iker me ha pedido no concentrar al equipo. Igual ni le convoco. ¿Para qué? Igual vamos al estadio un par de horas antes del encuentro", continuó.

Efectivamente, Mourinho no concentró a los suyos por primera vez en la temporada. Casillas se lo agradeció con un abrazo en el campo de entrenamiento de Valdebebas. "Pasan mucho tiempo fuera de casa. Esta vez lo he preferido así", comentó el viernes el portugués.

En media hora ya había tenido que intervenir cinco veces

Los jugadores llegaron al hotel el sábado por la mañana. Entre ellos, cómo no, Casillas. También estaba en el césped del Calderón. Se lo agradecieron sus compañeros porque solo en la primera parte les salvó en tres ocasiones. Había marcado Benzema en el minuto 10 y los rojiblancos se fueron arriba. Primero fue Agüero, en el 20, y Casillas desvió su disparo. Pocos segundos después fue Godín con un cabezazo. Allí estaba de nuevo el capitán del Madrid. Repitió paradón en el minuto 26. Esta vez el tiro fue de Reyes.

El Madrid ha encajado solo cuatro goles en los últimos 15 partidos. Casillas apenas ha intervenido este curso. El portero blanco ha efectuado 57 paradas en lo que va de Liga: una cada 43 minutos. Anoche fueron cinco en los primeros 33. Lo que duró el empuje del Atlético, que en el 32 ya iba perdiendo por 2-0.

Marcó de nuevo Benzema. El francés ha superado la falta de continuidad que siempre había sufrido. O, al menos, lo parece. Anoche abrió el marcador. Era el minuto 10, como los goles que lleva en los últimos ocho partidos. Lo marcó a pase de Khedira. El alemán compartió la medular con Lass y Xabi. Es la cuarta vez en lo que va de temporada que Mourinho apuesta por el trivote, la tercera fuera de casa (tras el Auxerre, en la Champions, y el Sevilla, en la Copa). En las cuatro (la primera fue contra el Valencia en la Liga) ha ganado.

Apostó por el músculo Mourinho y ganó la batalla táctica a Quique Flores. Para ello sacrificó a Di María y apostó por Özil y Cristiano. El luso, finalmente, jugó de inicio. Su entrenador habría preferido reservarlo. O eso dijo después del partido contra el Lyon, en el que el mismo CR confesó que había jugado al límite y con miedo. "Cristiano se sacrifica por el equipo. Si juega es porque está bien", comentó Miguel Pardeza en el descanso. Aguantó 72 minutos. Mourinho le sustituyó por Di María dos después de relevar también a Benzema con Adebayor. CR hizo un gesto a la grada camino al banquillo cuando buena parte del estadio le cantaba "ese portugués qué hijo puta es" y "Cristiano, muérete". Les invitó a gritar más. En la Copa la tomaron con Mourinho. Anoche le tocó al extremo.

Mientras tanto, Casillas volvía a lo suyo. Sacó los puños en un disparo de Reyes nada más empezar la segunda parte y la pierna tras un chut de Agüero. Aunque no lo parezca, Casillas también juega.