El PSOE presume de limpieza frente a la corrupción
Los socialistas discrepan sobre el efecto de los ERE en las elecciones
El caso de los presuntos fraudes en los expedientes de regulación de empleo (ERE) ha dejado de ser tabú en las reuniones del PSOE de Andalucía. Hasta ahora los dirigentes socialistas estaban siendo acribillados a preguntas por los medios de comunicación en todos sus actos públicos, y por la oposición del Partido Popular e IU en sus comparecencias parlamentarias, pero internamente se intentaba pasar de largo. Hace dos semanas, el pleno de la comisión ejecutiva regional abordó con profundidad el escándalo tras una intervención del secretario general y cerró filas en torno a la estrategia seguida por el Gobierno, sobre la que ha habido fuertes discrepancias.
Ayer fue el presidente de la Junta y líder del PSOE de Andalucía, José Antonio Griñán, quien sacó el tema a colación en una entrevista durante la inauguración de la convención municipal del PSOE andaluz en Málaga. Y lo hizo para presumir de transparencia y de limpieza ante los casos de corrupción frente a la actitud del PP. "Quien no tenga compromiso con la ética será expulsado y llevado a los jueces", dijo Griñán, quien subrayó que en su partido cuando se detectan irregularidades "no se tapan". "Un socialista que defrauda está defraudando a toda la ciudadanía y a su partido", enfatizó.
Griñán aboga por "llevar a los jueces" a los socialistas sin compromiso ético
El partido pedirá el carné a Antonio Fernández si resulta inculpado
El tema de los ERE sigue apabullando a los socialistas, pero a diferencia del ambiente que se respiró en la convención federal celebrada en Sevilla hace un mes, todos muy cabizbajos y abochornados, o en el último comité director, el resultado de la investigación interna abierta por la Consejería de Empleo le ha brindado a los dirigentes al menos un mínimo guion para pronunciarse, aunque este no tiene efectos milagrosos para combatir el decaimiento de los socialistas andaluces.
Los fraudes afectan a 146 personas, de los que 59 son intrusos y 87 son "discordancias administrativas", en lenguaje del consejero Manuel Recio. Los socialistas repiten estas cifras, no para minimizar la gravedad del caso, sino para demarcar con exactitud su magnitud. Y junto a este argumento, subrayan la actitud de la Junta de Andalucía de colaborar con la justicia y destapar cualquier expediente que vea sospechoso.
A esta tesis se apuntó la ministra de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, quien participó en una de las mesas de trabajo celebradas en la convención. "Lo importante es que la Junta ha puesto todo a disposición de la justicia y que Griñán es el primero que quiere llegar hasta el final y exigir responsabilidades", destacó.
El secretario federal de Política Municipal, Antonio Hernando, también animó a los socialistas andaluces a no aceptar "lecciones de honradez y de limpieza de quienes no se le pueden permitir", en alusión al PP por la corrupción del caso Gürtel. "No dejemos pasar la desfachatez del PP", dijo.
Pero en las conversaciones en los pasillos del palacio de congresos de Málaga también se habló de hasta dónde van a llegar las responsabilidades políticas, una vez que el exconsejero Antonio Fernández ha sido imputado por malversación, prevaricación y tráfico de influencias. Si es inculpado, lo más probable es que el PSOE le pida el carné, aunque son muchos los que creen que debe ser Fernández el que ahorre ese mal trago a su partido y el que tome la iniciativa pidiendo la suspensión de militancia. El caso de Viera, también exconsejero de Empleo, no es por ahora una preocupación inmediata, aunque son muy pocos los que dudan de que la juez del caso, Mercedes Alaya, terminará enviando su imputación al Tribunal Supremo al ser aforado. "El camino que ha abierto la Junta de puertas abiertas está bien, pero hay que seguirlo", comentó un antiguo miembro del Gobierno andaluz en relación con las responsabilidades políticas.
No hay una opinión común en el PSOE sobre los efectos del caso de los ERE en las elecciones municipales del próximo 22 de mayo. La tesis mayoritaria es que puede influir en las zonas urbanas, pero desde luego no más que la crisis económica, por lo que no esperan "un daño electoral" extra, según fuentes de la dirección regional. Estas fuentes recuerdan las expectativas que se crearon en las municipales de 2003 con las masivas manifestaciones contra la guerra de Irak. Muchos socialistas creyeron que ese fuerte malestar contra la participación española en el conflicto, decretado por Aznar, lo iban a pagar los alcaldes del PP. Nada de eso ocurrió. Igual creen que pasará ahora y sostienen que si los alcaldes han hecho una buena gestión se mantendrán en sus sillones.
Por el contrario, hay otros dirigentes que aseguran que el caso de los ERE, conocido por el 72% de los andaluces, según una encuesta publicada por este periódico, crea dudas sobre el Gobierno andaluz en todo el electorado socialista, con independencia de si viven en ciudades urbanas o del interior, de si son grandes, medianas o pequeñas. También advierten que el PP usará los presuntos fraudes como una "herramienta electoral" hasta el 22-M en todos los foros y en especial en el Parlamento autónomo, donde aún deben celebrarse tres plenos antes de los comicios locales.
En la primera jornada de la convención municipal, Griñán se dejó ver poco. Apenas una entrevista en la televisión del PSOE por la mañana y un encuentro con jóvenes candidatos socialistas por la tarde, en el que la candidata de Alhaurín de la Torre, Patricia Alba, identificó a su localidad como la "que más alcaldes hay, porque la prisión está allí".
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