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RETRATO... Pedro Pacheco | Elecciones municipales

El político irreverente

Ocupó durante 24 años la alcaldía y ahora vuelve a presentarse por Foro Ciudadano

Perseverante y terco como una mula. Pedro Pacheco (Jerez, 1949) quiere volver a ser alcalde. Se ha echado a la espalda la sonada derrota electoral de 2007 y se propone volver al sillón consistorial que ocupó durante 24 años consecutivos (1979-2003).

Este histórico político andaluz se presenta por novena vez a las elecciones municipales. Cree que la ciudad está "devastada" y se propone devolverle "prestigio". En dos meses, se ve "mandando" para recuperar "la dignidad" del municipio. Se enfrenta en las urnas a la alcaldesa de Jerez, Pilar Sánchez (PSOE), y a la candidata del PP, María José García Pelayo. Ambas lo destituyeron de todos sus cargos públicos y ambas juran que no pactarán con él tras el 22-M.

"La ciudad quiere que Sánchez se vaya al médico para una revisión psicológica"
Dice que renunciará a su sueldo como alcalde, a asesores y al coche oficial

Asegura que no retorna a la política "por revanchismo", aunque no olvida que la regidora Sánchez lo denunció en la Fiscalía Anticorrupción hace un par de años por colocar a dos asesores. "Ahora ella está denunciada por enchufar a 32", apostilla.

Pacheco se presenta más sereno que antaño, pero su legendaria incontinencia verbal continúa. "Si no desfallece en el intento en estos dos meses, puede ocurrir que esta señora [Pilar Sánchez] me entregue el bastón de mando. El 100% de la ciudad quiere que se vaya al colegio [Sánchez es docente] y de paso al médico para una revisión psicológica".

Sus excesos verbales siguen en las hemerotecas. Llamó a Alfonso Guerra soplapollas; a Alejandro Rojas-Marcos, prevaricador y Calígula; y a la propia Pilar Sánchez, estulta, prevaricadora o cuartelera.

Esta vez se presenta bajo las siglas del Foro Ciudadano. Ha cambiado la bandera del andalucismo por la de Jerez. Atrás queda su paso por ASA, PSA, PAP y PA, de donde fue expulsado dos veces. Ya no le respalda una maquinaria ni un puñado de pelotas. Ahora se acompaña de amigos de toda la vida.

Pacheco es hijo de un vigilante jurado de la extinta fábrica de botellas de Jerez. Nació en el popular barrio de La Albarizuela y con el esfuerzo de su familia estudió derecho en la facultad de Sevilla. Allí coincidió con Rafael Escuredo y empezó a coquetear con la política.

Desde hace más de 20 años corre una hora diaria. Del deporte de fondo ha aprendido que "lo importante es terminar".

Le molesta que le recuerden su fama de manirroto y se apresura en aclarar que sus sucesoras en el Ayuntamiento (García Pelayo y Sánchez) han incrementado la ya de por sí abultada deuda que dejó. Pacheco vuelve de la mano de la austeridad. Ya no habla de proyectos faraónicos sino de una "economía de guerra". Se compromete a renunciar a su sueldo como alcalde, a asesores, a coche oficial y a la mitad de la estructura política.

La frase predilecta del exalcalde la pronunció Martin Luther King. "Si alguien se te sube a la espalda es que has doblado la rodilla" rememora. "Nunca me he doblegado. Nunca le he movido el rabito a ningún comisario político", presume con orgullo.

Pacheco no responde a un signo político o a una disciplina de partido. Eso le hace imprevisible, original y diferente. Compra seis periódicos diarios y lee varios libros a la vez. Es un tipo inquieto e insaciable y ahora se ha fijado como meta recuperar la alcaldía de Jerez. Otro de los históricos en la provincia, el socialista Francisco González Cabaña, ya lo bautizó como el inmatable.

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