Una carrera de obstáculos

La Bolsa española resistió medianamente bien otra semana difícil. El Ibex 35 se dejó un 0,95% en las últimas cinco sesiones, cerrando el viernes por debajo de los 10.400 puntos. Las agencias de calificación de riesgo siguen poniendo piedras en las ruedas de la recuperación económica. Esta vez le tocó el turno a Moody's. La firma de rating recortó en un escalón la nota de la deuda española y además la situó en perspectiva negativa.

Moody's justificó esta decisión porque le preocupa el coste de la reestructuración del sistema financiero español. Sus economistas calculan que la factura total será de hasta 50.000 millones de euros. Curiosamente, la agencia publicó su decisión horas antes de que el Banco de España hiciese públicas las necesidades de recapitalización que sus expertos creen que necesitan bancos y cajas. La cifra estimada por el supervisor financiero -15.152 millones- es sensiblemente inferior a la previsión de Moody's y se acerca a los números que hizo el Gobierno hace unas semanas.

La reacción del mercado a las dudas de la agencia de rating fue de menor intensidad que en ocasiones precedentes. De hecho, el sector financiero no fue el peor en Bolsa en la semana. El banco que más cayó fue el Banco Santander, aunque en su caso el castigo se debe principalmente a que es la entidad más expuesta a Portugal. El país vecino sigue recibiendo fuertes presiones en el mercado. Los inversores apuestan porque Lisboa tendrá que pedir finalmente un rescate a la Unión Europea. El bono portugués a 10 años rozó el 7,7% de interés, y la prima de riesgo (rentabilidad extra frente al bono alemán) escaló hasta los 438 puntos básicos.

Portugal, como el resto de países de la periferia europea, ha visto redoblada la presión de los mercados tras el anuncio la semana pasada por parte del Banco Central Europeo (BCE) de que podría subir en abril los tipos de interés en la zona euro. Un encarecimiento del dinero para frenar la escalada inflacionista se interpreta como otro obstáculo más en la débil recuperación de los países del sur de Europa.

El órdago del BCE también se sigue notando en el mercado de divisas. Tras rozar un cambio de 1,4 dólares, corrigió hasta niveles de 1,385 dólares. Los expertos prevén que la moneda europea podría caer a corto plazo hasta zonas próximas a 1,35/1,36 dólares. Por su parte, el petróleo vivió una semana de mayor volatilidad, oscilando el precio del barril de brent, de referencia en Europa, entre 118 dólares y 112 dólares

Desde el punto de vista corporativo, el hecho más destacado de la semana fue el anuncio de Iberdrola de absorber su filial de energías limpias. La eléctrica que preside Ignacio Sánchez-Galán sacó a Bolsa Iberdrola Renovables a finales de 2007 a un precio de 5,3 euros por acción. La cotización de la filial subió un 13,33% en la semana para ajustarse a la ecuación de canje propuesta por la matriz, que, si bien supone una prima sobre el valor de mercado, es un 44% inferior a la tasación de la OPV.