Teresa Miras, una científica que sabe liderar
¿Que si conozco a María Teresa Miras Portugal? Si conocer a alguien se midiese por el tiempo compartido tendría que decir que apenas la conozco; y sin embargo, cuando me pongo a hablar de ella reconozco que disfruto. Es una especie de sintonía especial la que ella me hace sentir, algo que no sé si se da más entre las mujeres.
Cuando estás con ella, se establece de inmediato una comunicación franca y afable. Pero luego, poco a poco, te enteras de lo que hay detrás de esa gran mujer que sabe compaginar con delicia la autoridad y el afecto; y te dices a ti misma: no me sorprende, un carácter así solo se configura con una trayectoria excepcional; o mejor dicho, una trayectoria así no es fruto de un carácter conformista y pasivo, sino de alguien que no deja pasar una oportunidad en su vida, que la vive siendo consciente de que tiene mucho por lo que esforzarse. El gran dilema: ¿qué prima?, ¿la genética o el entorno? Poco importa si el resultado es el de una personalidad que hace huella y deja un atractivo camino al andar.
La conocí hace tan solo cinco años cuando ella participaba en una mesa redonda sobre la investigación en España. Y al escucharla pensé: no me extraña que sea la primera mujer en la Historia que ocupa el cargo de presidenta de una Real Academia Española, seguro que contribuirá a mejorar la representación de la mujer en las academias. Y no me equivoqué en absoluto. Luego tuve la oportunidad de conocerla mejor, de ver cómo comunica, cómo dirige, cómo llena con su presencia y su tono siempre firme y amable cualquier espacio.
Una vez curioseé en su trayectoria, convencida de que tendría un trazado con muchas ramificaciones, con montañas y también laderas frondosas -podríamos pensar en el paisaje del que disfruta siempre que puede en su pueblo natal, O Carballiño, tan admirado por ella-. Me encontré con una chica de gran determinación que allá en el inicio de los setenta termina sus estudios de Farmacia y decide trasladarse a Francia para realizar su doctorado. Algo sorprendente en aquella época en la que la presencia del género femenino en la investigación universitaria era simbólica. Pero María Teresa Miras no necesitaba un modelo a seguir; ella tenía la energía y sentía la inquietud por conocer la investigación más allá de nuestras limitadas fronteras. Allí era todo más fácil y, aún así, se empeña en volver a España e intenta hacer aquí lo que tanto le gustaba: investigar.
En pocos años, su entrega y entusiasmo la convierten en líder indiscutible internacional de la investigación en neurociencias. Sí, ella es sin duda una gran científica y viajera, pero no es eso de lo que hablan sus discípulos y la gente que la trata día a día. Hablan de su saber cautivar, comunicar, liderar y gestionar. Todo esto con su sentido del humor y su característica sonrisa.
Galicia ha dado y sigue dando muestras de reconocimiento y orgullo de esta gallega excepcional. En un documento publicado por la unidad de Mujer y Ciencia se decía: "María Teresa Miras Portugal, un ejemplo de sabiduría y compromiso". Y yo añadiría: "Y un ejemplo de mujer actual".
Peldaños
O Carballiño, 1948. Casada y con dos hijos. Premio Extraordinario y Premio Nacional Fin de Carrera en Farmacia.
1981. Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular con 33 años. Docteur Sciences en la Universidad Louis Pasteur, Estrasburgo (Francia).
2005. Medalla Alberto Sols.
2007. Premio María Josefa Wonenburger de la Xunta y presidenta de la Real Academia Nacional de Farmacia.
Destaca su descubrimiento de nuevos compuestos en el sistema nervioso implicados en el funcionamiento de las neuronas y el de nuevos receptores para nucleótidos y sus cascadas de señalización, importante en el tratamiento de patologías neurodegenerativas y en la regeneración neural.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.